Las autoridades ucranianas, incluido el presidente Volodimir Zelenski, han reiterado en las últimas semanas la importancia de que los países aliados suministren aviones de combate a su Ejército para así poder confrontar a Rusia también desde el aire.
Si bien la mayoría de países parecen no estar dispuestos a enviar cazas, sí que se han abierto a entrenar a los pilotos ucranianos en el manejo de aviones de combate occidentales. Estados Unidos fue quien abrió el camino que, más tarde, han seguido otros tantos.
Pese a todo, Ucrania sí que cuenta con el apoyo total de Polonia y Eslovaquia, que han enviado sus cazas MiG-29 de fabricación soviética. Aunque Kiev ha agradecido los esfuerzos de Varsovia y Bratislava, prefiere contar con F-16, más modernos y potentes.