Para el Papa, es necesario “desarmar la comunicación de fanatismo y odio” para fomentar una “capaz de escuchar” y “recoger la voz de los débiles”. “Desarmemos las palabras y contribuiremos a desarmar la tierra”, sentenció. Así se lo dijo a miles de periodistas y comunicadores durante una audiencia en el Aula Pablo VI del Vaticano, donde los congregó para agradecerles el trabajo que han realizado tras la muerte de Francisco y el posterior cónclave que lo eligió el pasado 8 de mayo como nuevo papa.
León XIV revindicó una “comunicación desarmada y desarmante” que contribuya a mejorar el mundo. “Debemos decir no a la guerra de la palabra y de las imágenes”, dijo en un discurso que fue interrumpido en numerosas ocasiones por los aplausos de los asistentes y que comenzó agradeciendo la gran ovación que asimismo le recibió. En su mensaje, también transmitió la “solidaridad de la Iglesia con los periodistas encarcelados por informar sobre la verdad” y pidió su liberación.
El nuevo papa centró su mensaje en el relato bíblico de las bienaventuranzas y en el texto que dejó publicado el papa Francisco para la Jornada de las Comunicaciones Sociales y aseguró que el mensaje de “bienaventurados los que trabajan por la paz nos interpela a todos”. Por ello, reclamó el “compromiso de perseguir una comunicación distinta” que no se “revista” de “palabras agresivas” ni “competición” y que se debe buscar “humildemente”. “La paz comienza en cada uno de nosotros”, subrayó, en referencia a la forma en que “escuchamos” y “hablamos” a los demás.
León XIV también remarcó que la Iglesia apoya a quienes defienden “la dignidad” y “la justicia de los pueblos a estar informados”, pues “sólo los pueblos informados pueden tomar decisiones libres”, continuó, llamando a “todos” a “salvaguardar la libertad y de expresión y prensa” en estos “tiempos difíciles de narrar”.
Por todo ello, reclamó que las funciones de los comunicadores no sean “nunca” de la “mediocridad” y que “no puede haber una comunicación y un periodismo fuera del tiempo y de la historia. “Vivamos bien y los tiempos serán buenos”, añadió, citando a San Agustín, pues “nosotros somos los tiempos”.
El nuevo Papa también apuntó que uno de los grandes retos es promover una comunicación capaz de “sacarnos de la torre de Babel” en la que “a veces nos encontramos”, “de la confusión del lenguaje sin amor” y de puntos de vista “a menudo ideológicos y sectarios”. Para León XIV, el estilo también es importante, pues la comunicación «no es sólo transmitir información, sino la creación de una cultura en entornos humanos y digitales”. Precisamente, el pontífice abordó el desafío que supone la Inteligencia Artificial, un ámbito con “inmenso potencial que exige responsabilidades y descernimiento” y propuso “orientar las herramientas por el bien de todos, de modo que puedan promover beneficios para la humanidad”.
“Les pido que elijan con conciencia y valentía el camino de una comunicación de paz”, zanjó antes de recibir una nueva ovación, bendecir a los asistentes y saludar a decenas de ellos, especialmente a quienes se encontraban en las primeras filas, con quienes intercambió durante 20 minutos gestos de cordialidad y bromas, se hizo fotografías y firmó algunas dedicatorias.
Este tipo de encuentros es ya habitual entre los papas tras asumir el cargo.