Como puede desprenderse de su último estudio, a pesar de la eliminación impositiva en todos los alimentos con IVA superreducido del 4%, y el descenso del 10% al 5% en aceites y pastas, los precios de los productos de alimentación básicos han subido un 1,89%, pasando de una media de 33,67 euros a 34,31 euros.
Si no se hubiera aplicado la bajada del IVA, los precios hubieran subido un 6,27%, hasta los 36,46 euros, por lo que vemos que, aunque la medida no ha obrado el efecto deseado de descenso, sí ha contribuido a amortiguar las subidas en muchos de los productos.
«Hemos visto que, tras la medida aplicada a finales de 2022, que supuso la bajada del IVA, así como el fin del efecto Navidad, los precios iniciaron una senda a la baja hasta el primer trimestre, que se trunca a partir del mes de abril, cuando emprendieron una subida que llevó a que en octubre ya se superara el nivel de precios anterior a la bajada del IVA, y en noviembre y diciembre se consolidara esa tendencia», afirman. Destacan que un importante elemento de preocupación es el de la concertación de precios en determinados productos, como el arroz, el aceite de oliva o la leche.
En el caso del arroz, las diferencias de precios durante este año entre las cinco cadenas han sido de solo el 0,30%. De hecho, diciembre ha cerrado con cuatro de las cinco cadenas a 1,30 euros el kilo en su marca blanca, y solo una, Alcampo, con un precio diferente, de 1,29 euros, un céntimo más barato.
En el caso del aceite de oliva, pasa lo mismo, con un 0,50% de diferencia, con todas a 9,25 euros el litro, menos DIA con 9,45 euros. Y en el caso de la leche: todas las cadenas han cerrado el año con un precio de 5,46 euros los 6 litros, menos Alcampo con 5,40 euros, un céntimo menos por litro.
En el lado contrario, son especialmente las frutas y verduras, muchas veces productos reclamo con ofertas puntuales, las que han mostrado mayores diferencias a lo largo del año con un 20,10% en patatas, un 19,60% en plátanos o un 19,20% en huevos.