Los datos del NGFS se producen mientras los líderes mundiales se reúnen en Dubái para la 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, o COP28, para forjar un acuerdo sobre cómo evitar que el planeta se sobrecaliente.
Como muestra el gráfico de la semana, hacer una transición ordenada a cero emisiones netas para 2050 podría dar lugar a que el producto interno bruto mundial sea un 7 por ciento más alto que con las políticas actuales.
Este año será el más cálido registrado, según la Organización Meteorológica Mundial. Si bien las temperaturas están aumentando de manera desigual en todo el mundo, en promedio han aumentado 1,2 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales.
Los riesgos económicos y financieros también están aumentando. Los modelos NGFS muestran que las sequías y las olas de calor son la mayor fuente de riesgo en todas las regiones. En concreto, los países de Europa y Asia son los más expuestos a las olas de calor, mientras que los países de África, América del Norte y Oriente Medio son los más vulnerables a las sequías.
La transición a una economía baja en carbono tendrá impactos negativos en la demanda debido al aumento de los precios del carbono y los costos de la energía. Pero estos pueden compensarse parcialmente reciclando los ingresos del carbono en inversiones gubernamentales y reduciendo los impuestos sobre el empleo. Y lo que es más importante, la reducción de las emisiones reducirá los impactos físicos del cambio climático, lo que reducirá los costos macroeconómicos.
La transición a una economía de cero emisiones netas requerirá una inversión sustancial en electricidad verde y almacenamiento de energía. La forma en que las economías abordan la realización de esta inversión plantea compensaciones de política, como se detalla en el Monitor Fiscal de octubre.
El NGFS, establecido en 2017, tiene como objetivo fortalecer la respuesta global para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y ayudar al sistema financiero a gestionar los riesgos. Los escenarios climáticos, que están alineados con las mejores prácticas internacionales, complementan los de otras organizaciones internacionales como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y la Agencia Internacional de la Energía.
El FMI es una de las 20 organizaciones internacionales que son observadores del NGFS y contribuye activamente al diseño y análisis de escenarios. El FMI selecciona y visualiza los indicadores clave de los escenarios climáticos del NGFS en el Tablero de Indicadores de Cambio Climático.