Esa reducción podría incrementarse si finalmente se lleva a cabo la oferta pública de adquisición (opa) que ha lanzado BBVA para adquirir el Banco Sabadell, una operación a la que de momento se opone el propio banco catalán. Así, al finalizar el primer trimestre de 2024 funcionaban en España 43.258 cajeros automáticos de todas las marcas y entidades, un 4,24% menos que al cierre del mismo periodo del año anterior.
Esto significa que desde el máximo histórico de 61.714 cajeros que atendían las necesidades de la población en 2008, han desaparecido casi 18.500 cajeros en toda España, según estos datos. En cualquier caso, en 2023 el 65% de la población usó el efectivo a diario y para el 60% continuó siendo el medio de pago principal o más habitual para la realización de las compras en comercios físicos en España, según los datos también del Banco de España.
Aún así, el acceso al efectivo se hace así cada vez más difícil en determinadas zonas de España, como en los pueblos pequeños que se quedan sin oficinas bancarias, una exclusión financiera que el Gobierno está intentando mejorar en los últimos ejercicios.
De hecho, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, señalaba esta misma semana en el Congreso de los Diputados que el 93% de los municipios de más de 500 habitantes que no tenían servicios financieros ya cuentan con ellos por distintas vías, entre ellas los propios cajeros, ofibuses u oficinas, que atienden a más de 140.000 personas.