La tendencia al alza que mantienen los carburantes desde hace un mes ha empujado a la gasolina a cotas más altas que las registradas hace un año. En concreto, el litro de gasolina es un 2,2% más caro que en las mismas fechas de 2024, mientras que el diésel aún es un 0,87% más económico. Según los últimos datos del Boletín Petrolero de la UE, correspondientes a la semana del 14 al 20 de enero, la gasolina se encareció un 1,29% respecto a la semana anterior, su cuarta subida consecutiva, y alcanzó los 1,571 euros el litro, en máximos desde finales de agosto. Mientras, el precio del litro de diésel aumentó un 1,9%, también por cuarta semana, hasta 1,499 euros, a niveles de finales de julio de 2024.
Con estos precios, llenar un depósito medio de 55 litros de gasolina tiene un coste de 86,40 euros, 1,86 euros más que en las mismas fechas del año pasado, cuando ascendía a 84,53 euros. Para los vehículos de diésel, llenar un depósito supone un desembolso de 82,44 euros, en torno a 0,71 euros menos que en la misma semana de 2024, momento en el que el precio era de 81,73 euros.
Con estos últimos incrementos, el precio medio del litro del diésel supera los niveles en que estaba antes del estallido de la invasión rusa de Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de 2022, cuando era de 1,479 euros el litro. La gasolina, en cambio, se mantiene por debajo, ya que tenía un precio de 1,591 euros el litro en ese momento. Eso sí, ambos carburantes continúan lejos de los máximos que registraron el verano de 2022, en julio, cuando la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el gasóleo los 2,1 euros.