Pero además, un 25% de la población vive en hogares cuyos gastos superan a los ingresos en los últimos 12 meses. Este porcentajes es tres puntos menor que en 2016 (6 en los menores de 35 años, y 7 en los inactivos) que en 2016. El porcentaje de población vive en hogares cuyos gastos han superado a los ingresos es más elevado entre los individuos con menores recursos, en los que tienen un nivel de educación inferior a bachillerato (32%), los desempleados (43%), quienes residen en hogares con rentas menores de 15.000€ (43%) o aquellos que residen en hogares que no son propietarios de su vivienda principal (37%).
En 2021, el porcentaje promedio de respuestas correctas sobre la inflación, la diversificación del riesgo, y el tipo de interés compuesto entre los hombres fue del 58%, 10 puntos por encima del existente entre las mujeres (48%). Si hay diferencias en la propensión a elegir “no sabe” entre grupos demográficos, ello puede resultar en una medición de las brechas de conocimientos financieros mayor que la que se obtendría si todos los individuos eligieran su respuesta preferida sin dudarlo. Efectivamente, se aprecian diferencias significativas en la propensión a contestar “no sabe” entre hombres y mujeres: La brecha de género en respuestas correctas está más asociada a una diferencia en respuestas “no sabe” (de 9 puntos) que a una diferencia en respuestas incorrectas (de 2 puntos).
El porcentaje de respuestas correctas por grupos de edad aumenta desde el 52% que obtienen los individuos menores de 34 años hasta el 56% que registran los que tienen entre 45 y 64 años, pero vuelve a caer para los mayores de 65 años (hasta el 48%)
Con respecto a 2016, se observan incrementos de 6 puntos en el porcentaje de respuestas correctas entre los menores de 34 años y de 3 puntos entre los mayores de 65.
El porcentaje de respuestas correctas aumenta con el nivel educativo: Los individuos con educación inferior a bachillerato responden correctamente un 43% de las preguntas, los individuos con bachillerato un 55%, y aquellos con educación universitaria o equivalente un 64%. Con respecto a 2016, se han producido incrementos en estos porcentajes en todos los niveles educativos.
Existen importantes diferencias en el porcentaje de respuestas correctas entre comunidades autónomas: En 2021, Andalucía, Illes Baleares, Castilla-La Mancha y Extremadura presentan los menores porcentajes de respuestas correctas (entre 44%-49%), mientras que Aragón, Madrid y La Rioja muestran un mejor desempeño (en torno al 58%).
Asturias, Cantabria, Castilla y León y Galicia tienen un porcentaje de jóvenes de en torno al 20% de su población, 4 puntos por debajo del promedio nacional. En Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia en torno a la mitad de la población tiene un nivel educativo inferior a bachillerato, mientras que la media nacional es del 42%. En España, el 18% de los individuos residen en hogares con ingresos superiores a 47.000€. Sin embargo, en Andalucía, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia este porcentaje se sitúa entre un 10% y un 11%.
Entre el 95% y el 98% de los españoles indican haber oído hablar de seguros de Vida, y de Salud, tarjetas de crédito, hipotecas y préstamos personales. En cambio, las cuentas de ahorro (60%) y la renta fija (72%) son los productos menos conocidos por la población. El conocimiento de estos productos ha caído significativamente desde 2016: 13 puntos en las cuentas de ahorro, y 6 en la renta fija. Y la inversión en renta fija es muy baja: apenas un 1%.
El conocimiento de los productos financieros crecen con el nivel educativo y con la renta. También con la edad, pero desciende en el caso de los mayores de 65 años. El 84% de los españoles (el 93% en el caso de los jóvenes) ha oído hablar de los criptoactivos, pero solamente el 5% ha invertido en ellos (en los jóvenes sube hasta el 12%).
La existencia de vehículos de ahorro (incluye cuentas de ahorro, planes de pensiones, fondos de inversión, acciones, activos de renta fija y criptoactivos) aumenta con la renta del hogar y con el nivel educativo (un 27% para individuos con educación inferior a bachillerato vs. un 58% para aquellos con educación universitaria o equivalente), y es más alta para quienes trabajan y para los hombres (ocho puntos más que lasa mujeres). Los adultos de 55 a 64 años son los que presentan una mayor tenencia de vehículos de ahorro, mientras que la tenencia de deudas está más extendida entre los individuos de 35 a 54 años
Ha disminuido apreciablemente la tenencia de productos de ahorro en los ciudadanos de 35-64 años. Ha aumentado la tenencia de tarjetas de crédito (de un 56% a un 63%), pero concentrado entre quienes tienen educación inferior a bachillerato (+11 puntos), entre quienes viven en hogares con menor renta (+8), y entre los jubilados (+11) y mayores de 65 años (+13 puntos).
Se ha elevado en 1 punto el porcentaje de ciudadanos con deudas, si bien con una composición muy diferente a la de 2016: se reduce en 3 puntos el peso de las hipotecas, mientras que aumenta en la misma proporción el de los préstamos personales. Entre los grupos con renta inferior a 15.000€, el porcentaje de tenencia de deuda es de un 28%, 14 puntos inferior a la media total, una brecha mayor que la que se observaba en 2016 (10 puntos).
Otra forma de medir la cultura financiera de los españoles es la diferencia entre gastos e ingresos, o vulnerabilidad económica. Un 25% de la población vive en hogares cuyos gastos superan a los ingresos en los últimos 12 meses. Este porcentajes es tres puntos menor que en 2016 (6 en los menores de 35 años, y 7 en los inactivos) que en 2016. El porcentaje de población vive en hogares cuyos gastos han superado a los ingresos es más elevado entre los individuos con menores recursos, en los que tienen un nivel de educación inferior a bachillerato (32%), los desempleados (43%), quienes residen en hogares con rentas menores de 15.000€ (43%) o aquellos que residen en hogares que no son propietarios de su vivienda principal (37%).
Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, subraya que los hogares que viven en alquiler son «particularmente vulnerables» al contar con una capacidad de ahorro limitada. También es más elevado entre los individuos que no nacieron en España (41%), y hay una mayor proporción de mujeres (28%) que de hombres (23%) reside en hogares en esta situación. Y alcanza el 29% entre los individuos de 45 a 54 años (4 puntos por encima de la media)..
El 55% de los hogares que tuvieron gastos por encima de sus ingresos ha financiado la diferencia con ahorros. La segunda fuente de financiación más importante fue el crédito informal (el que proveen amigos o empleadores), con el 35%. Un 14% ha recurrido a crédito con garantía real o tarjeta de crédito y un 13% a descubiertos o a retrasar pagos, mientras que un 8% ha hecho uso de préstamos personales. El recurso menos utilizado fue el de ayudas públicas o privadas (3%).
Entre quienes tuvieron gastos superiores a sus ingresos, el uso de ahorros crece con el nivel educativo: 47% entre los que no llegaron al bachillerato, 73% entre los que estudiaron en la Universidad.
El porcentaje de quienes recurren a ahorros para cubrir gastos superiores a los ingresos es también mayor entre los que trabajan o están jubilados (ambos en torno al 60%) que entre los desempleados (43%) e inactivos (55%). También es más elevado el recurso a los ahorros entre los que residen en hogares que poseen otra propiedad además de su vivienda principal (72%) que entre quienes residen en hogares que no poseen su vivienda (44%) o, poseyéndola, no disponen de otra propiedad inmobiliaria (56%). La diferencia es más acusada por nivel de renta, ya que en torno al 43% de los individuos en hogares con ingresos menores de 15.000€ utilizó ahorros para compensar gastos por encima de los ingresos, mientras que, en el otro extremo, lo hizo el 83% de los individuos en hogares con ingresos mayores de 47.000 euros.
Menos de un 20% de individuos en Asturias, Castilla y León, Galicia, Navarra y País Vasco residían en 2021 en hogares con gastos mayores que sus ingresos –al menos 5 puntos por debajo del promedio nacional–. En cambio, en Andalucía, Cataluña y Murcia, entre un 29% y un 30% de individuos residían en hogares en esta situación.
Las conclusiones de Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, sobre la Encuesta de Competencias Financieras son claras:
• Desarrollar las competencias financieras y, en sentido más amplio, la educación financiera de la población resulta fundamental para incrementar la calidad de vida de los ciudadanos y el potencial de crecimiento del conjunto de la economía un diagnóstico resulta indispensable para identificar los grupos poblacionales más vulnerables y que ha de servir para orientar el diseño y valorar la efectividad de distintas actuaciones públicas en educación financiera
• A pesar de que se han producido algunas mejoras en el nivel de competencias financieras de la población española entre 2016 y 2021, aún existe un amplio margen de mejora, incluso para converger a los niveles de competencias financieras de otros países de nuestro entorno.