Una situación, señalan desde Grupo Moure, que es inevitable ante la falta de “alternativas realmente eficientes y económicamente viables”. Estas son algunas de las conclusiones a las que llega el informe sobre la Brecha de Producción del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), donde también se apunta a un aumento de la producción de carbón hasta 2030, y del petróleo y del gas un poco más allá, agrandando así la brecha entre lo que sería necesario para mantener la temperatura global y reducir las consecuencias del cambio climático.
En este sentido, el propietario y fundador de Grupo Moure, recuerda que si la producción aumenta es porque la demanda es mayor, especialmente en zonas en pleno auge y necesitadas de energía para crecer: “es difícil cumplir los requisitos de disminución de energías fósiles a medio plazo, porque no hay alternativas realmente eficientes y económicamente viables”. El experto tilda de “incoherente” la realidad de los países productores y consumidores de petróleo, pues la mayoría de ellos no se muestran dispuestos a renunciar a su crecimiento económico para parar la degradación del medio ambiente. Por todo esto, Moure hace un llamamiento a la reducción de emisiones, pero de forma realista, es decir, “buscando fórmulas de contaminar menos, pero sin que afecten a la competitividad de los Gobiernos”.
Desde el holding con presencia en el sector energético y carwash se muestran críticos con la falta de “medidas reales” y accesibles para todos los países. Si bien hasta la fecha todas las políticas gubernamentales han ido enfocadas a realizar una revolución energética, lo que es necesario, a opinión del director general de Grupo Moure, Montero, es “un plan común, claro y realista de una transición energética, fuera de ideologías políticas e intervencionistas, que no están permitiendo hacer atractivo un avance de las energías renovables”, y todo ello sin perder el foco de que debemos garantizar el suministro. En la actualidad ya existen alternativas cuyo funcionamiento está demostrado, como es el caso de los ecocombustibles y los efuels, que reducen en más del 90% la emisión de carbono, o el gas y el hidrógeno, pero estas deben dejar de ser alternativas al alcance de unos pocos. “Los combustibles fósiles están y estarán a medio y largo plazo porque el mundo es muy grande y en el 80% de los países del planeta no van a poder tener alternativas caras y de difícil implantación”, añade Moure.
“El mundo se mueve con energía, la cual debe ser accesible para todos los consumidores. No podemos pretender que todo el mundo se mueva en un coche eléctrico, teniendo en cuenta que este no es accesible para todas las economías, y que no se haya pensado en desarrollar las infraestructuras necesarias para llevar la energía a los cargadores eléctricos”, concluye Montero.