Además, el valor del ecosistema español creció un 8,6%: alcanzó una valoración de 93.000 millones de dólares (84.800 millones de euros en 2022), frente a los 86.000 millones de dólares (78.100 millones de euros) en 2021. Estas cifras no solo reflejan el alto grado de resistencia de las startups españolas, sino también la capacidad de crecimiento en contextos difíciles respecto a otras regiones. De acuerdo con el informe, el valor conjunto del ecosistema emprendedor mundial se contrajo un 2,3% entre 2021 y 2022, hasta los 28.440 millones de dólares. A pesar de las positivas cifras registradas, los emprendedores tienen que hacer frente al reto de acceder a la financiación. En 2021, las inversiones en startups en España se situaron en 4.300 millones de euros, pero la cifra se contrajo en 2022 hasta los 3.500 millones de euros. Uno de los motivos es que el volumen de inversiones se vio mermado por el menor número de megarrondas (rondas de más de 50 millones de euros). Pese a ello, el número de operaciones sí experimentó un crecimiento del 3%, al pasar de 413 a 424.