Así lo revela un estudio de Kantar realizado a más de 10.200 personas en 20 países, incluida España, donde un 79% se muestra preocupada por el efecto de las políticas comerciales en sus hábitos de consumo.
Además, el 42% de los consumidores españoles ha indicado que dejará de comprar productos y servicios estadounidenses. Esta cifra se eleva al 57% en Canadá y al 81% en China. Estos porcentajes podrían aumentar una vez que se implementen de forma más generalizada las subidas de precios por los aranceles.
Y es que el 89% de españoles cree que necesitará cambiar su estilo de vida o sus compras próximamente debido al aumento de precios. Las perspectivas no son muy optimistas en nuestro país ya que solo un escaso 14% cree que la economía estará en mejor situación dentro de un año, siendo el quinto país que peor opinión tiene al respecto por detrás de Japón, Francia, Países Bajos y Corea.
El 89% de españoles cree que necesitará cambiar su estilo de vida o sus compras próximamente debido al aumento de precios
El 74% de los encuestados afirma que la crisis arancelaria es culpa de la administración estadounidense y, las opiniones en torno a la respuesta dada hasta ahora por el gobierno español se encuentran muy repartidas: el 54% de los encuestados se muestra descontento frente al 46% que la ve positivamente
Mientras que el 58% de los estadounidenses apoya la estrategia de su gobierno, solo el 11% de los españoles cree que el gobierno español debería acceder a las exigencias estadounidenses, y, por el contrario, un 47% opta por que nuestro gobierno tome represalias a través de mayores impuestos.
Esta problemática comercial global cuenta con un alto nivel de conocimiento entre los ciudadanos españoles: el 94% es consciente de los recientes cambios en aranceles y tarifas entre países, cifra que le sitúa, junto a México, como el país que más consciente se muestra de esta problemática.
Si bien la mayoría de los consumidores españoles culpan a las políticas económicas del gobierno estadounidense por los aranceles, las marcas también están en el punto de mira: más de la mitad de los consumidores españoles (53%) creen que los precios están subiendo porque las empresas se aprovechan de la crisis del coste de la vida, siendo el segundo motivo tras las políticas económicas y por delante de los conflictos internacionales o el crecimiento del precio de la energía.