Es una cifra inédita en los anuarios del Colegio de Registradores. Además, aumentó hasta cotas no vistas el número de operaciones por valor de al menos 500.000 euros. En total, en 2022 este colectivo firmó 8.975 de estas transacciones, un 63,5% más.
Las cifras, explican los registradores, rompen completamente con la tendencia de los últimos años. Tradicionalmente, el peso de los extranjeros en el mercado español ha rondado el 13%, un porcentaje en la línea que el observado durante el año pasado (13,8% sobre todas las compraventas) tras varios ejercicios a la baja. La diferencia es que en 2022 se anotaron casi 650.000 transacciones en total, un récord sin precedentes que hace que la cifra absoluta de compraventas por parte de foráneos también se dispare. Esta situación, recalcan los registradores en el documento, “muestra la fuerza actual de la demanda extranjera en el contexto inmobiliario”.
Para Unsain, Personal Shopper Inmobiliario, el aumento de compraventas por parte de ciudadanos extranjeros viene motivado por la oportunidad de adquirir viviendas a precios inferiores al resto de Europa. “La gran mayoría de ciudadanos extranjeros que adquiere una residencia en nuestro país compra vivienda sin necesidad de financiar hipoteca”, detalla el ex presidente de AEPSI (Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliarios) y director general de ACV Gestión Inmobiliaria.
Para el experto en compraventa de vivienda, los factores fundamentales por los que se ha dado este incremento son “el precio tan asequible para los extranjeros y la seguridad jurídica que ofrece España”. Frente a otros países del sur de Europa como Francia, Inglaterra o Italia, Unsain diferencia el bajo nivel de coste de la compra y reforma de vivienda que hace que España siga al frente de la inversión extranjera.
Según datos del Colegio de Registradores, polacos, franceses, italianos y checos fueron las nacionalidades del grueso de compradores de viviendas de entre 40 y 60 metros cuadrados en el 2022. Entre los ciudadanos europeos, Iñaki Unsain destaca el aumento de compras de “viviendas pequeñas, de pocas habitaciones y que estén reformadas”.
Uno de los datos más relevantes que ofrece la estadística es el peso que tienen las operaciones a partir del medio millón de euros, que permiten a los compradores extranjeros no comunitarios solicitar la famosa Golden Visa para obtener el permiso de residencia en España. De las 88.800 operaciones firmadas por foráneos, alrededor del 10% (8.975 compras) superó esta cifra. De ellas, 3.794 estuvieron protagonizadas por nacionalidades no comunitarias, esto es, susceptibles de pedir la residencia. Los datos, de nuevo, vuelven a cambiar la tendencia: es la primera vez que el número de operaciones extranjeras por valor de al menos 500.000 euros supera el 10% del total.
El desglose de resultados por nacionalidades consolida el peso de los británicos, con un 11,07% de las compras de vivienda realizadas por extranjeros. Les siguen los alemanes, con un peso del 9,47%, franceses (6,97%), belgas (5,21%), marroquíes (5,15%), rumanos (5,07%) y holandeses (4,91%).
Atendiendo a la superficie de las casas, los españoles presentan un mayor peso en los tamaños intermedios, mientras que los extranjeros cuentan con un mayor protagonismo en las agrupaciones con menor y mayor superficie media. El último de los casos, explican los registradores, se explica por el peso de las segundas residencias de aquellos extranjeros con mayor poder adquisitivo. Los inmuebles con más de 100 metros cuadrados, por ejemplo, los suelen comprar estadounidenses, británicos, daneses y holandeses, mientras que los que tienen menos de 80 metros suelen ser adquiridos por marroquíes, rumanos, búlgaros, polacos e italianos.
También hay acusadas diferencias en el plano territorial. En Baleares, el 34,38% de todas las compraventas están firmadas por extranjeros, un grupo que también tiene peso en zonas vacacionales como Canarias (28,6%), Comunidad Valenciana (26,8%),Murcia (19%), Andalucía (15%) y Cataluña (13,5%). En ciertas provincias, el volumen de población foránea es incluso mayor. Es el caso de Alicante o Santa Cruz de Tenerife, donde el peso oscila entre el 41,7% y el 35%.
A grandes rasgos, británicos y alemanes mandan en Andalucía, Baleares, Canarias, Murcia y Comunidad Valenciana. Los rumanos y marroquís, por su parte, se posicionan en las regiones de interior, con más peso en las dos Castillas, Extremadura, Madrid o Aragón.
Las transacciones de vivienda totales, sumando las nacionales y las extranjeras, cerraron el año 2022 en las 646.241 operaciones, un 14,5% más que en 2021 según los datos del Colegio de Registradores. Las compraventas de inmuebles usados superaron las 530.000, un 17,6% anual más, mientras que la vivienda nueva registró poco más de 115.000 operaciones, un avance del 2%.
El precio medio que se pagó por una vivienda en España rondó los 188.000 euros, un 4,5% más, con Baleares, Madrid, País Vasco y Cataluña por encima de la media. Al otro lado se situaron Extremadura y Castilla-La Mancha, donde el valor medio de los inmuebles no llegó a los 100.000 euros.