De acuerdo con esta petición, el Govern recaudaría el 9% de los impuestos a la totalidad, lo que representa unos ingresos potenciales de 52.000 millones de euros anuales, el doble que con el modelo de financiación actual. El Govern ha lanzado esta propuesta hoy martes en rueda de prensa posterior al Consell Executiu, junto a la portavoz del Govern, Plaja, donde ha asegurado que la propuesta prevé una transferencia al Estado por los servicios que presta en la región y un fondo de reequilibrio territorial. Ambas han insistido en la propuesta de «financiación singular» para Cataluña con el objetivo de reducir el déficit fiscal de la autonomía, que viran en un total de 22.000 millones de euros.
Con ella, el Govern de ERC pretende conseguir una financiación específica para Cataluña que permita salir del régimen común autonómico y que la Generalitat recaude la totalidad de los impuestos. En la actualidad, Cataluña forma parte del régimen común de financiación autonómica, por el que la administración central recauda la mayoría de los impuestos y transfiere luego una parte a las autonomías; el País Vasco y Navarra, por contra, se rigen por el régimen foral, de modo que recaudan la totalidad de los impuestos a cambio de un ‘cupo’ que abonan luego al Estado.
Tras la celebración del Consejo de Ministros, el ministro Cuerpo, ha delegado en la negociación de la financiación de las comunidades autónomas -capitaneada por la vicepresidenta primera del Gobierno de España y ministra de Hacienda, Montero-, el desarrollo de «un nuevo sistema» de financiación. «Llevamos más de una década pendientes de un nuevo sistema y es uno de los elementos importantes de los que debemos dotarnos y hemos recibido propuestas por parte de otras CCAA». Al respecto, Cuerpo ha asegurado que el Ejecutivo ha realizado «avances con respecto al tratamiento de la deuda asociada a los gastos de la crisis financiera, sobre todo a las autonomías que sufrieron más».
La consellera d’Economia, Natàlia Mas, explicó este martes que la proposición se comunicará esta misma semana a la espera que se constituya la comisión pactada en la investidura, que todavía no tiene fechas. «La base de la iniciativa es que Cataluña gestione el 100% de los impuestos generados en Cataluña», insistió Mas. «No iremos a una negociación multilateral con todas las comunidades autónomas porque tenemos un historial de 40 años de modelo injusto», avisó la dirigente de ERC.
Eso sí, la Generalitat está abierta a realizar una transferencia al Estado por los servicios centrales que presta a Cataluña e incluir un mecanismo de solidaridad con otras comunidades. Esta sería la principal diferencia frente al modelo de financiación vasco, «donde este mecanismo es prácticamente inexigible», comparó.
Mas declinó detallar las cantidades que estarían dispuestos a ceder, pues serían fruto de una negociación con el Gobierno. Sí señaló que, por ejemplo, en Alberta, la provincia con mayor déficit de Canadá, la pérdida es del 3,9%. Con el nuevo modelo, Cataluña incrementará los impuestos gestionados desde los 4.889 millones de euros que recauda con la Agència Tributària de Catalunya (ATC) hasta los 52.723 millones de euros.
Ahora, el Estado le transfiere parte de estos rendimientos hasta unos ingresos fiscales de 25.616 millones de euros. El cambio de financiación no implicará que Cataluña pase a ingresar de manera neta 52.000 millones, pues a esta cifra se debería restar las transferencias que el Estado realiza a entidades públicas, becas u otros tipos de transferencias y prestaciones.
Además, a esta cantidad se debería restar también la aportación realizada al Estado por servicios como acción exterior, defensa y justicia. También habrá que recortar la cuantía del mecanismo de solidaridad entre comunidades autónomas «que habrá que someter a negociación política, ya que será necesario establecer los criterios a considerar».
Mas recordó que en España ya conviven distintos modelos fiscales, como es el cupo vasco o la recaudación de impuestos que hace el Gobierno canario en sustitución del IVA.