El nombramiento por parte de Trump de Scott Bessent como secretario del Tesoro, un conocido «halcón fiscal» al que no le gustan los déficits y que ha criticado la política de la Reserva Federal por considerarla demasiado indulgente, pone en duda hasta qué punto será inflacionista el segundo mandato de Trump. Sin embargo, el protagonismo se trasladó del dólar al euro, que se vio afectado por los pésimos datos del PMI de noviembre y terminó la semana a la cola de entre todas las principales divisas.
Aunque sólo sea por eso, el nombramiento de Bessent pone de relieve la enorme incertidumbre sobre las políticas económicas que se derivarán de la victoria de los republicanos en las elecciones estadounidenses, desde los aranceles hasta la política fiscal y monetaria. Esta incertidumbre parece haber frenado temporalmente la escalada del dólar.
Nos adentramos ahora en la brevísima semana de Acción de Gracias, con escasas noticias de las principales economías, salvo por el importante informe de inflación de la Eurozona del viernes; una sorpresa al alza renovaría los temores de estanflación en la Eurozona y sería bastante incómodo para el BCE. Aparte de eso, se espera que el foco de atención se centre más en los nombramientos de Trump para el Tesoro y en las posibles políticas arancelarias o fiscales.
EUR
Los malos datos de los índices PMI publicados la semana pasada reavivaron las especulaciones de que el BCE responderá con un enorme recorte de 50 puntos básicos en la reunión de diciembre.
Los mercados de tipos de interés ya dan un 50% de probabilidades de que se produzca un recorte de este tipo, que en realidad prevén 5 recortes de 25 puntos básicos distribuidos en las tres próximas reuniones. La noticia llevó al euro a mínimos que no había visto desde la carrera hacia la paridad en 2022, aunque se ha recuperado un poco desde entonces al conocerse la ortodoxa elección de Trump para el puesto clave de secretario del Tesoro. La cifra de inflación de esta semana es el único dato real relevante que tendremos durante un tiempo. Los salarios de la Eurozona en el tercer trimestre han crecido más rápido de lo previsto, por lo que hay margen para una sorpresa al alza en la inflación que es lo último que necesita ver el BCE en medio de la debilidad económica.
USD
La apreciación del dólar se ralentizó considerablemente la semana pasada, a pesar de la caída temporal del euro por debajo del nivel de 1,04 puntos. Los tipos parecían haber tocado techo por el momento, al conocerse la elección de Trump como secretario del Tesoro y el hecho de que el tipo a 10 años haya subido del 3,6% a casi el 4,5% en sólo dos meses. Ahora que el recorte de diciembre se da por descontado, y que el tipo terminal de la Fed se acerca al 4%, creemos que será difícil que la operación Trump avance mucho más a corto plazo sin noticias adicionales sobre aranceles o política fiscal, que no esperamos hasta bien entrado 2025.
GBP
Los índices PMI de actividad empresarial en Reino Unido fueron más débiles de lo esperado y coherentes con una economía casi estancada en noviembre.
Los datos han confirmado que las empresas se muestran escépticas ante el presupuesto del Partido Laborista, aunque es posible que, al igual que en Europa, la victoria de Trump en las elecciones estadounidenses haya tenido un impacto temporal en la confianza empresarial. Mantenemos una perspectiva relativamente optimista sobre la libra esterlina, especialmente en relación con otras divisas europeas. El hecho de que el Reino Unido tenga un déficit de bienes con EE.UU. significa que debería permanecer relativamente protegido del efecto de los próximos aranceles.