La consiguiente caída de los tipos de interés estadounidenses y la huida de los activos refugio hacia los activos de riesgo perjudicaron al dólar, que cayó con fuerza frente a las principales divisas del mundo.
Ahora que las tendencias desinflacionistas parecen firmemente asentadas en todo el mundo, la atención debería centrarse en la economía. En este sentido, el dato clave de esta semana serán los índices PMIs de actividad empresarial relativos a noviembre, que se publicarán el jueves en la eurozona y Reino Unido y el viernes (debido a la festividad de Acción de Gracias) en Estados Unidos. Las expectativas para estos índices en Reino Unido, y especialmente en la eurozona, son bastante sombrías, por lo que una sorpresa positiva podría aliviar el pesimismo en torno a las economías europeas y avivar el reciente repunte del euro y la libra.
EUR
Ya hemos señalado en otras ocasiones el desfase con el que se publican los datos económicos de la eurozona, con la notable excepción de la inflación. Mientras que los datos de sentimiento son oportunos, los datos duros se publican con dos o más meses de retraso, por lo que es difícil saber hasta qué punto son fiables los primeros.
La producción industrial de septiembre fue bastante desalentadora, al registrar un descenso anual ajustado por días laborables de casi el 7%. Hasta ahora, los datos duros confirman el pesimismo que se desprende de los índices PMIs, y parece probable que la economía de la eurozona vuelva a contraerse. Al igual que en el caso de la libra, puede ser difícil que el euro siga subiendo a menos que se produzca alguna mejora clara en los índices PMIs de noviembre que se publicarán el jueves.
USD
Las buenas noticias del informe de inflación de octubre provocaron una caída inmediata de 20 puntos básicos en los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años, lo que desencadenó una fuerte depreciación del dólar. Los mercados ya descartan cualquier posibilidad de subidas adicionales por parte de la Fed (razonablemente), y ahora esperan que el primer recorte de tipos se produzca en mayo de 2024 (menos realista, en nuestra opinión).
A pesar de los signos de una modesta desaceleración, la economía estadounidense sigue creciendo a buen ritmo y el mercado laboral se mantiene en pleno empleo. Por tanto, creemos que será difícil que el dólar se deprecie mucho más hasta que esto cambie significativamente.
GBP
Los datos de inflación también sorprendieron a la baja en el Reino Unido, dando un respiro al Banco de Inglaterra. A pesar de que el índice general y, sobre todo, el subyacente se mantienen en niveles muy elevados, la tendencia desinflacionista es ahora evidente. Este último índice, en particular, cayó por debajo del 6%.
Los datos del mercado laboral, en general mejores de lo esperado, se sumaron a la alegría general de los mercados financieros y alimentaron el repunte de la libra. Todas las miradas se centran ahora en los índices PMIs preliminares de noviembre, el dato más oportuno sobre el estado actual de la economía británica. Las cifras del mes pasado fueron coherentes con una economía en recesión o, en el mejor de los casos, estancada. Por tanto, es probable que se necesite observar una mejora en este sentido para que la libra siga avanzando.