Según ha informado Junts, casi un 87% de los participantes ha votado «sí» a la pregunta «¿Estás de acuerdo con la propuesta de la dirección ejecutiva nacional de dar por finalizado el acuerdo de investidura con el PSOE ante los reiterados incumplimientos de sus compromisos?», mientras que el 10,2% ha votado que no y un 2,8% ha votado en blanco.
Una ruptura cuyo alcance no está del todo claro –pocas horas de anunciarla a bombo y platillo votaban a favor del dictamen de la Ley de Atención al Consumidor, y ya han confirmado que no retirarán los consejeros colocados en grandes empresas nacionales–, pero que Puigdemont llevaba cocinando desde hace tiempo.
La gran incógnita de la votación, que ha durado 36 horas, era la participación, ya que esta sirve para calibrar el grado real de apoyo que tiene Puigdemont entre la militancia, en un momento en que el cesarismo del expresidente prófugo está cada vez más cuestionado ante el auge de Aliança Catalana y los incumplimientos de Pedro Sánchez.
Finalmente, han votado el 66,3% de los militantes, lo que supone un espaldarazo al proyecto de Puigdemont, ya que varios en Junts temían un batacazo en este sentido.

 
								
				 
								
				 
								
				 
								
				 
								
				 
								
				 
								
				