Tras los testigos vinculados a la política y a la Fiscalía ha llegado el turno de los periodistas que publicaron, en los días de autos, en un u otro sentido, información sensible del novio de Díaz Ayuso, el empresario Alberto González Amador, que más tarde, al dictado del fiscal general del Estado, procesado por ello, se incorporó a la nota de prensa institucional emitida, el 14 de marzo de 2024, por el Ministerio Público.
Lo tres primeros en declarar han sido los periodistas citados de El Mundo, Esteban Urreiztieta; Libertad Digital, Olivia Moya; y, Vozpópuli, Isaac Blasco. Todos ellos se han acogido al secreto profesional para no revelar el origen de sus fuentes, las que les proporcionaron el material confidencial del asunto tributario que pesa sobre la pareja de la presidenta madrileña. En especial, el subdirector de la primera cabecera confirmaba en la Sala cómo, con independencia de este dato, «todos los elementos» contenidos en las noticias publicadas sobre el asunto en su medio «están contrastados».
Urreiztieta, al frente de la primera de las noticias publicadas sobre el pacto de conformidad entre la pareja de Díaz Ayuso y la Fiscalía, ha detallado cómo su medio tenía conocimiento de que el empresario había tratado de zanjar su discrepancia tributaria con Hacienda, en vía administrativa. Una voluntad que González Amador acreditó consignado una cantidad próxima a los 400.000 euros.
Pero no sería hasta ocho meses después de aquello cuando el periodista de El Mundo tuvo conocimiento de la situación actualizada, ya entonces en vía penal, y del contenido del correo en el que el fiscal Salto, asignado a la causa, respondía a González Amador cuando ya estaba judicializado el caso, valorando su ofrecimiento de conformidad. Fue en ese momento cuando el subdirector de la cabecera publicó la información de la que disponían y que, según ha declarado, él interpretó que se trataba de una respuesta oficial al ofrecimiento inicial de la defensa del empresario madrileño, ante la Agencia Tributaria (AET).
