Tras la subida del 4% registrada el lunes a raíz del peor estallido en décadas del conflicto entre tropas israelíes y palestinas, que hizo temer por las exportaciones de petróleo de Oriente Próximo, los mercados del crudo han adoptado una inusual y espeluznante postura de calma estos dos últimos días, al quedar claro que el mercado podría haber reaccionado de forma exagerada a la crisis.
Así, los precios del crudo han revertido más de un 3% de esas ganancias en las últimas 48 horas, sobre todo después de que Reuters informara de que la petrolera estatal de Arabia Saudí había comunicado a al menos cuatro refinerías del norte de Asia que les suministraría la totalidad del volumen indicado en los contratos para noviembre.
La promesa de Saudi Aramco va en contra de lo que Riad ha ido diciendo públicamente a los mercados mundiales del petróleo: que su prioridad era mantener el mercado tenso, no asegurar que el suministro estuvieran generosamente disponible siempre que fuera necesario. Las perspectivas del mercado del petróleo empeoraron aún más e miércoles después de que el Instituto Americano del Petróleo (API) informara de que las reservas de crudo de Estados Unidos posiblemente aumentaron en casi 13 millones de barriles la semana pasada, en lo que podría ser el mayor aumento desde febrero.
Hacia el final de la jornada de negociación de este jueves en Asia, el crudo West Texas Intermediate, o WTI, que cotiza en Nueva York, para entrega en noviembre, desciende 31 centavos, o un 0,4%, hasta 83,18 dólares por barril. Desde que registrara máximos el lunes en 87,24 dólares, el crudo estadounidense de referencia había caído hasta mínimos de 82,78 dólares durante la jornada anterior.
El crudo Brent que cotiza en Londres, para el contrato más activo de diciembre, se dejaba durante la jornada pasada 22 céntimos, o un 0,3%, hasta 85,60 dólares. El lunes, el Brent alcanzaba máximos de 89,00 dólares, aunque el jueves se han registrado mínimos de 85,19 dólares.
Aparte del enorme aumento de crudo de la semana pasada, el API indica que las reservas de gasolina, el principal combustible de Estados Unidos, han aumentado en 3,645 millones, que se suman a los 3,946 millones de la semana anterior.
El único elemento realmente alcista del informe del API fue el descenso de 3,535 millones de barriles de productos destilados (materia prima del gasóleo y el combustible para calefacción), frente al aumento de 0,349 millones de la semana anterior.
El API también registró un descenso de las reservas de 0,547 millones de barriles en el punto de entrega de crudo estadounidense de Cushing, Oklahoma, frente al aumento de 0,705 millones de la semana anterior. El aumento registrado en Cushing la semana anterior fue el primero en meses. Hasta esa semana, se temía que las reservas de Cushing cayeran a niveles tan bajos que dificultaran las retiradas del centro de almacenamiento.
En cuanto a reservas de destilados, se espera un descenso de 1,5 millones de barriles frente a los 1,269 millones de la semana anterior. Los destilados se refinan para generar combustible para calefacción, gasóleo para camiones, autobuses, trenes y barcos y combustible para aviones.