En diciembre de 2023, los precios del gas registraron caídas interanuales del 68% en Estados Unidos, del 54% en Europa y del 39% en Asia. A pesar de este descenso general, la volatilidad del mercado del gas sigue siendo elevada y los precios siguen muy por encima de sus medias históricas, tanto en Asia como en Europa.
De acuerdo con el último informe difundido por Crédito y Caución, los precios del gas se mantendrán elevados hasta mediados de esta década, ya que los mercados mundiales del gas siguen ajustándose a la pérdida del suministro ruso de gas por gasoducto a Europa. Esto repercutirá en los precios de otras regiones importadoras, aunque los efectos en Asia se verán atenuados por la vinculación a los precios del petróleo de muchos contratos a largo plazo. Después de 2025, la mejora de capacidades de transporte del gas natural licuado reconfigurará el mercado del gas, reduciendo los precios en las principales regiones.
Crédito y Caución prevé que la demanda mundial de gas alcance su nivel máximo en los próximos años y empiece a disminuir en la segunda mitad de la década de 2020. De acuerdo con las proyecciones incluidas en el informe, en un escenario de referencia que tenga en cuenta solo los compromisos ya anunciados, la demanda mundial de gas se reducirá un 7% en 2030 y un 42% en 2050 frente a los niveles actuales. Las previsiones para Europa en este escenario de referencia sitúan la reducción en un 28% para 2030. En un escenario de emisiones netas cero para 2050, el descenso global alcanzaría el 78% en 2050.
La cuota del gas en el mix energético disminuirá a medida que las energías renovables ganen cuota de mercado, pero menos que la del petróleo. China, India y Oriente Medio seguirán siendo las principales fuentes de crecimiento de la demanda en las próximas décadas, mientras que Europa, Japón y Estados Unidos registrarán una contracción de la demanda.
Por el lado de la oferta, Estados Unidos es actualmente el mayor proveedor mundial de gas natural, seguido de rusia e Irán. En el escenario de referencia, se espera que Rusia sea el mayor proveedor en 2050, seguido de Estados Unidos y Quatar.