Las preocupaciones geopolíticas, los recortes en la producción por parte de la OPEP y la subida de tipos son las principales responsables de estas fluctuaciones salvajes en los precios.
Los futuros del crudo Brent caen este viernes poco más de un 1% en el último día de negociación del 2023, con el barril por debajo de los 78 dólares. Esto representa un nuevo descenso después de caer un 1,58% el jueves, motivado por la decisión de las grandes navieras de retomar la ruta del Mar Rojo tras los ataques sufridos. De esta manera, el barril de crudo se deja ocho dólares desde comienzo de año.
Sin embargo, la caída no es tan impactante cuando se compara con lo sucedido en 2020, cuando el crudo perdió un 21% y cerró el año poco por encima de los 50 dólares, auspiciado por la crisis sanitaria.
Los precios internacionales del petróleo se mantendrán cerca de los 80 dólares por barril en 2024, según una encuesta reciente de Reuters a los principales analistas del mercado. El promedio indica que el crudo Brent promediará los 82,56 dólares el próximo. Los expertos destacaron que el débil crecimiento global limitará fuertemente la demanda, mientras que las tensiones geopolíticas ofrecen cierto respaldo para evitar una mayor caída.
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