Abrirse al exterior permite equilibrar la dependencia del mercado interno, encontrar clientes con necesidades distintas, anticipar tendencias que más tarde llegarán a nuestro país y ganar solidez ante competidores que hace tiempo dejaron de ser exclusivamente locales. Y digo para cualquier compañía porque la internacionalización ya no es un territorio reservado para gigantes empresariales, hoy es una vía accesible para cualquier organización que quiera ampliar sus límites.
En este mundo interconectado, expandirse ya no es un privilegio; es una oportunidad estratégica al alcance de empresas de todos los tamaños, y Madrid, como región dinámica, abierta y profundamente ligada al pulso económico global, no puede quedarse al margen de esta realidad. Por eso, desde la Cámara de Comercio de Madrid hemos asumido un compromiso claro: acompañar y preparar a nuestras empresas —y al talento que las impulsará mañana— para desenvolverse con éxito en este escenario global.
La entrega de diplomas de la quinta edición del Programa de Técnicos de Comercio Exterior es una magnífica ocasión para reflexionar sobre ello. Este proyecto, nacido hace apenas cinco años, se ha consolidado como una referencia para la creación de perfiles profesionales altamente cualificados y demandados por el tejido empresarial madrileño. Lo que comenzó como una iniciativa ambiciosa se ha convertido en una verdadera historia colectiva de éxito: la de cientos de jóvenes que han encontrado en el comercio internacional una vía de crecimiento profesional y personal, y la de cientos de empresas que han sabido ver en ellos una pieza clave para su expansión exterior.
Las cifras hablan por sí solas. En esta edición habíamos recibido 1.467 solicitudes para tan solo 44 plazas. Este crecimiento exponencial —pasar de poco más de 200 candidatos en el primer año a superar con creces el millar actual— demuestra dos realidades incontestables. Por un lado, que nuestros jóvenes buscan formaciones que sean realmente transformadoras y que les conecten con oportunidades reales. Por otro, que este programa ha logrado construir una reputación de excelencia y utilidad práctica que lo sitúa como una verdadera puerta de entrada al mercado laboral.
De los 44 alumnos de esta promoción, 24 iniciarán de manera inminente una experiencia profesional en destino, llevando consigo la marca de Madrid y representando indirectamente a España en algunos de los mercados más relevantes del panorama internacional. Son jóvenes preparados, capaces, exigentes consigo mismos y conscientes de que la formación continua es el mejor pasaporte para construir una trayectoria sólida. Su éxito no es fruto de la casualidad, sino del esfuerzo y la constancia, y también del apoyo de sus familias, que siempre ocupan un lugar silencioso pero esencial en cada logro. Estos resultados reflejan una demanda creciente por parte de las empresas: los técnicos de ediciones anteriores se encuentran plenamente incorporados al mercado laboral y desempeñan funciones directamente vinculadas al comercio internacional. Porque en un entorno globalizado, las compañías necesitan perfiles que entiendan la complejidad normativa, logística y cultural del comercio exterior, y este programa les proporciona,
Pero esta iniciativa no es un hecho aislado. Forma parte de la estrategia integral de internacionalización de la Cámara de Comercio. Durante el último año hemos acompañado a casi 12.000 empresas en su proceso de internacionalización, emitido más de 29.000 certificados de exportación y facilitado la movilidad comercial mediante más de 1.250 cuadernos ATA. Hemos ofrecido formación y asesoramiento técnico a más de un millar de profesionales y hemos llevado a cabo más de 1.500 acciones dirigidas a más de 3.700 empresas. Todo ello con un objetivo común: fortalecer nuestra competitividad exterior y abrir nuevos caminos para el tejido empresarial madrileño.
A estas actuaciones se suma la labor de la Ventanilla Única Internacional, que ha atendido a más de 850 compañías en la búsqueda de nuevas oportunidades comerciales en 25 países. Estos datos no son únicamente indicadores de actividad; son la prueba tangible de que Madrid y sus empresas están preparadas para jugar un papel de liderazgo en la economía global.
Nada de esto sería posible sin la colaboración institucional. La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid han entendido desde el primer momento la importancia estratégica de promover iniciativas que potencien la apertura internacional de nuestro tejido empresarial. Su apoyo constante es un pilar fundamental para que este programa y otras iniciativas crezcan, se consoliden y sigan generando oportunidades.
En este contexto, los recién graduados representan algo más que una promoción brillante: son la prueba de que Madrid tiene el talento, la energía y la ambición necesarias para competir en el mundo. A ellos les corresponde ahora asumir el papel de protagonistas. Vivimos un momento que exige inconformismo, capacidad de adaptación y una curiosidad permanente. Cada experiencia en el exterior, cada proyecto, cada contacto profesional será parte de un aprendizaje que les convertirá en mejores profesionales y, estoy seguro, en mejores personas.
La internacionalización no es solo una estrategia empresarial; es una actitud ante el futuro. Y en Madrid, ese futuro se construye combinando tradición, innovación y talento. Por eso, ver a estos nuevos técnicos iniciar su camino profesional nos llena de orgullo y reafirma nuestra convicción de que estamos haciendo lo correcto: preparar a la próxima generación para que lleve la economía madrileña más lejos que nunca. Su éxito será también el éxito de esta Cámara, de Madrid, de nuestras empresas y de nuestra capacidad colectiva para competir en el mundo.
