En esas tres comunidades autónomas, los depósitos de hogares y empresas se situaban al finalizar 2022 en casi 766.000 millones de euros, la mitad de los 1,506 billones que sumaba en total este tipo de ahorro, que incluye los depósitos de las administraciones públicas y los confiados a la banca electrónica. Según los últimos datos por comunidades autónomas publicados por el Banco de España, la mayor parte de ese billón y medio de euros eran depósitos de «otros sectores residentes», es decir, hogares y empresas, que tenían en total 1,410 billones al final del año pasado, frente a los 1,390 billones del ejercicio anterior.
Y todo esto a pesar de que las entidades españolas, un año después de que empezara a subir el precio del dinero en la eurozona, actualmente en el 3,75%, aún se resisten a pagar intereses de forma generalizada por estos productos, salvo ofertas puntuales, a diferencia de otros países de nuestro entorno. Lo cierto es que los bancos españoles se ahorraron 3.250 millones de euros solo en 2022 al no aumentar la remuneración de los depósitos, como lo hacían en el pasado cuando los tipos de interés subían, según un estudio publicado recientemente en la revista de Estabilidad Financiera del Banco de España. Según los expertos consultados, esta escasa o nula remuneración es la razón principal que explica la cuantiosa retirada de fondos que realizaron en el primer trimestre del año las familias y empresas, que fue de más de 21.000 millones de euros y la más elevada desde que hay registros.
Ese dinero, añaden, se habría utilizado para buscar productos con más potencial de rentabilidad como los fondos de inversión o la deuda pública, o bien para amortizar las hipotecas y otros créditos antes de que se encarezcan aún más. Pero una parte de esas empresas u hogares con más dificultades económicas también podrían haber empleado ese dinero, acumulado en su mayor parte durante la pandemia, para los gastos más corrientes de la vida diaria, como la cesta de la compra o el alquiler, debido a la elevada inflación de la economía.
Sin embargo, los datos más recientes del Banco de España muestran que esta tendencia se frenó en abril, ya que las familias españolas aportaron 500 millones de euros a sus cuentas, después de que algunas entidades -principalmente extranjeras y una parte de las que operan exclusivamente en internet- mejoraran la remuneración de ese ahorro.
Volviendo a los datos por comunidades autónomas de 2022, hogares y empresas ubicadas en Madrid, Cataluña y Andalucía fueron los que acumularon más depósitos en los bancos, en tanto que los que menos guardaron fueron los residentes en La Rioja, menos de 10.500 millones. Los madrileños, con 389.471 millones de euros en depósitos bancarios, se situaron en la primera posición en este ránking, aunque bajaron un 5,5% en comparación interanual. En segundo lugar, se situó Cataluña, con un colchón de 216.059 millones de euros, unos 10.000 millones menos que un año antes, en tanto que Andalucía, en tercera posición, guardaba 160.437 millones frente a los 149.083 millones anteriores.