Esta puesta en marcha es especialmente sensible tanto para España como para la UE, pues la industria de los semiconductores es considerada de interés crítico para la región. Especialmente, después de que la crisis de suministros (en 2021) provocase que tanto Europa como EEUU sintieran en sus propias carnes los problemas de tener este sector clave para la industria automotriz deslocalizado. De hecho, la UE ha considerando este proyecto como de «interés Común Europeo». Para conseguir el capital extranjero para arrancar este proyecto, la firma madrileña ha contado con el asesoramiento de la agencia regional Invest In Madrid, también en materia de ayudas, incentivos, opciones de suelo y naves.