Aunque este éxito es, probablemente, producto de una multitud de factores imposible de completar (economía, clima…), ponderar y analizar en su conjunto, sí se pueden dar algunas pinceladas que podrían explicar algo de este éxito. Primero la pura y fría estadística. La Comunidad de Madrid fue la región con la esperanza de vida más alta de la Unión Europea al cierre de 2023, con 86,1 años, según los datos publicados por la oficina comunitaria de estadística Eurostat. Tras ella se situaron el cantón de Ticino (Suiza) con 85,2 años, Trento en Italia y Åland en Finlandia (85,1 años en ambos casos) y la comunidad autónoma de Navarra y la italiana de Bolzano (85 años las dos regiones).
Por contra, las tres regiones europeas con menor esperanza de vida en 2023 fueron Severozapaden en Bulgaria (73,9 años), Észak-Magyarország en Hungría y Mayotte en Francia (74,9 años), por delante de otras dos regiones búlgaras: Yugoiztochen (75,1 años) y Severen Tsentralen (75,2 años). De modo que dependiendo de la región de Europa en la que se nace se puede vivir de media hasta 12 años más.
La Comunidad de Madrid cuenta con una serie de factores, muchos de ellos compartidos con el resto de España, que podrían estar detrás de esta elevadísima esperanza de vida al nacer. La dieta mediterránea, rica en vegetales, legumbres, pescado y frutos secos, siempre aparece entre los argumentos que podrían explicar esta mayor longevidad de españoles y madrileños. Por otro lado, cada vez parece más demostrado que las relaciones sociales son clave a la hora de lograr una vida completa y reducir el riesgo de una larga variedad de enfermedades, no solo relacionadas con aspectos neurológicos. Los madrileños, dado el carácter abierto y amable de la ciudad, suelen hacer un uso intensivo del ocio, basado en las relaciones sociales con vecinos, compañeros, amigos y un largo etcétera de círculos diferentes de personas.
También influye la renta per cápita y la riqueza. Parece que a nivel global existe cierta relación positiva entre la renta per cápita y la esperanza de vida. La región de Madrid es la que presenta una mayor renta per cápita de toda España, superando los 42.000 euros por ciudadano. Si a todos los factores que hacen de España el país con mayor esperanza de vida se le une una mayor renta per cápita (da acceso a mejores servicios, alimentos, bienestar…), pues parece lógico que los madrileños gocen de una mayor esperanza de vida que el resto de España y Europa. Un buen ejemplo de la relación entre la riqueza y la esperanza de vida es Mónica.
Por otro lado, la ciudad de Madrid, que aglomera casi al 50% de la población de la región, y la propia Comunidad, tienen una de las densidades de población más altas de Europa. Esto, junto a una densa red de hospitales, permite que casi cada madrileño (con la excepción de los que viven la sierra norte u otros puntos muy periféricos) tenga un hospital a pocos minutos en coche de casa.
También Madrid cuenta con buenos hospitales según los estándares internacionales. Es cierto que durante la pandemia el sistema sanitario madrileño se vio absolutamente sobrepasado, pero en tiempos de normalidad, la región cuenta con varios de los mejores hospitales de España y algunos de los mejores del mundo.
Otro punto que podría hablar a favor de Madrid, aunque no hay estudios concretos sobre este hecho, es la calidad del agua que beben sus ciudadanos. La casi impecable gestión del Canal Isabel II y la calidad del agua de los embalses madrileños (que reciben aguas de la sierra de Madrid) podría remar a favor de esta mayor esperanza de vida. El 96% de los madrileños prefiere agua del grifo, que es considerada como una de las de mayor calidad de toda España.
Con todo, la esperanza de vida de los madrileños supera casi en cinco años a la media de la Unión Europea. En el conjunto de la UE, la esperanza de vida en 2023 se situó en 81,4 años, lo que supone un aumento de 0,8 años con respecto al año anterior y contrasta con los descensos observados en 2020 y 2021 que se explican por la pandemia de coronavirus. La esperanza de vida promedio del bloque en 2023 significa haber superado los valores registrados en 2019, el año previo al estallido la enfermedad, y es también la cota más elevada desde 2002.