«La situación está en constante evolución y sigue siendo muy volátil, y toda la información disponible confirma que el riesgo para la seguridad sigue estando en un nivel significativamente elevado», ha explicado la compañía en un comunicado publicado este viernes.
La firma ha añadido que esperaba ofrecer a los clientes «más coherencia y previsibilidad» suspendiendo los viajes por el Mar Rojo, a pesar de los retrasos en las entregas. Varias empresas europeas, entre ellas la sueca Ikea, la minorista británica Next y la firma de electrodomésticos Electrolux, han advertido de retrasos en algunos productos debido a la interrupción de la cadena de suministro.
La naviera reitera así la decisión tomada días atrás tras la pausa de 48 horas tomada el pasado domingo inmediatamente después del ataque. Cabe recordar que el buque portacontenedores Maersk Hangzhou fue atacado durante el fin de semana por cuatro pequeñas embarcaciones tripuladas por militantes hutíes, que tienen su base en Yemen y cuentan con el respaldo de Irán.
El desvío anunciado por Maersk implica que los buques deben tomar rutas mucho más largas y tradicionales que usando el Canal de Suez, que acorta drásticamente los viajes entre Occidente y Asia.
La naviera alemana Hapag-Lloyd también ha dicho que seguirá desviando buques del Mar Rojo en medio de los ataques de los Houthi. «Lo que podemos decir por el momento es que no vemos seguro el paso por el Mar Rojo y el Canal de Suez», dijo el viernes Nils Haupt, jefe de comunicaciones corporativas de Hapag-Lloyd, al programa ‘Squawk Box Europe’ de la CNBC.