Un crecimiento impulsado por la vuelta a la normalidad del comercio físico, reforzado por las aperturas de nuevos establecimientos, además de por el traslado de parte de los incrementos de costes a los precios finales. Las ventas en este canal se dispararon un 33%, hasta 1.728 millones, representando el 64% de la cifra total, y con alzas en todos sus segmentos. Algo que, por otra parte, provocó una ralentización en el crecimiento del canal online. Este mejoró apenas un 2%, hasta 960 millones, equivalente al 36% de la cifra de negocio total. En 2021, un año todavía muy marcado por la pandemia y las restricciones al comercio físico, ese porcentaje era del 42%. Además, Mango ha elevado su apuesta por las inauguraciones de tiendas. En 2022 acometió 119 aperturas netas, además de reformar parte de la red. España, Francia, Reino Unido, Italia, EE UU y la India fueron los mercados clave para la empresa en el último curso.
“Ha sido un año muy bueno”, ha afirmado el consejero delegado de Mango, Ruiz, en la rueda de prensa de presentación de resultados. “Hemos enfrentado todo tipo de circunstancias adversas: la alta inflación, la crisis energéticas, la apreciación del dólar o la guerra en Ucrania son ejemplos de ello”, ha dicho el ejecutivo. Mango contaba antes del conflicto con 120 puntos de venta en Rusia, mercado que representaba el 8% de su ebit y estsaba en el top 5 en cuanto a facturación. En junio del año pasado decidió ceder su negocio en el país a sus franquiciados, que aunque no compran mercancía de forma directa a Mango, sí conservan los letreros de la marca en las tiendas. A cierre de 2022 había 90 tiendas de la firma. “Traspasar a los franquiciados era la solución más accesible y adecuada que encontramos”, ha dicho Ruiz.
Un movimiento que le ha generado un impacto negativo de 12,8 millones de euros en las cuentas de 2022, por las penalizaciones ligadas a los cierres anticipados de tiendas y a la devaluación del rubo. En 2023 sumará otros 7,2 millones de impacto.
Pese a las circunstancias, el incremento de los ingresos elevó el beneficio neto de Mango hasta 81 millones de euros, un 20% por encima de 2021 y el más elevado desde 2013. Además, multiplica por cuatro el de 2019, aunque el ebitda, de 436 millones, apenas mejoró un 3%. También empeoró el margen bruto, es decir, la rentabilidad de cada venta realizada. Este fue del 56,9%, frente al 58,2% de 2022, muestra del aumento de costes sufrido, que la compañía no cuantificó. “Ha sido uno de los mejores ejercicios de la historia de Mango, superando las circunstancias y apostando por realizar fuertes inversiones”, ha recalcado Ruiz. La compañía invirtió107 millones, el doble que en el ejercicio anterior, sobre todo en tecnología y logística. La empresa prevé supera esa cifra. “Subiremos el ritmo de desarrollo y apostaremos por más aperturas en 2023″, ha explicado el director global de retail, César de Vicente. Sin detallar la cifra, su previsión es superar las 119 aperturas netas de 2022.