Sólo unas 300/400 personas han acudido a la manifestación convocada en Madrid, la que se preveía más multitudinaria.Bajo el lema Con los derechos de la gente no se juega, los secretarios generales de CCOO y UGT, Sordo y Álvarez, se han movilizado en la Plaza Jacinto Benavente, junto a las líderes madrileñas de ambos sindicatos, Paloma López y Susana Huertas. El lugar elegido refleja que los propios sindicatos no confiaban en una gran afluencia de gente.
CCOO y UGT dicen que se manifiestan para denunciar el uso «oportunista» de la protección social que las formaciones políticas están haciendo y que casi hizo caer el primer decreto ómnibus haciendo peligrar medidas como la revalorización de pensiones o las ayudas al transporte. Una crítica hacia el PP y no hacia el Gobierno por presentar un decreto convertido en una miscelánea de medidas donde cabe desde la revalorización de las pensiones hasta el regalo de un palacete al PNV.
En un manifiesto conjunto, ambas organizaciones sindicales han justificado la movilización por la necesidad de que el Parlamento esté «al servicio de la gente» y no de «estrategias de vuelo corto que sólo consiguen desprestigiar a quienes las realizan y que tienen efectos negativos sobre las instituciones democráticas».
CCOO y UGT también habían convocado una protesta en Barcelona y, al igual que la de Madrid, ha sido otro fracaso absoluto. Unas 300 personas, según datos de la Guardia Urbana, se han concentrado en la Plaza de la Universidad bajo el mismo lema que la madrileña (Con los derechos de la gente no se juega). La concentración ha tenido el apoyo de diversas organizaciones a favor de derechos sociales y tampoco ha hecho que acuda más gente. Se veían multitud de banderas de los sindicatos convocantes, casi más que asistentes.
Durante la casi hora que ha durado la concentración realizada en Madrid, tanto asistentes como sindicalistas han señalado a Junts, Vox y sobre todo al PP, acusándoles de «secuestrar los derechos de los ciudadanos». «Reclamamos que el Partido Popular no se ría de los ciudadanos de este país. No se puede votar ‘no’ por una cuestión política y a los dos días cambiar de opinión», expresaba un manifestante. «No podemos consentir que el PP utilice y secuestre la voluntad de los jubilados de España».