«Se han cruzado demasiadas líneas rojas», ha expuesto el ministro Fernando Grande-Marlaska en una rueda de prensa desde la DGT. «Se trata de destruir al político y a su entorno familiar», ha denunciado, solidarizándose con Sánchez porque él mismo, ha dicho, «tiene algo de experiencia» sobre este tipo de estrategias.
Grande-Marlaska ha mostrado su «respeto máximo» a la decisión de reflexión y a lo que anuncie Sánchez el próximo lunes tras asegurar en un carta que contempla dimitir del cargo. La decisión que adopte, ha dicho el ministro, «va a ser únicamente mirando al interés común, a lo que nos conviene como sociedad y a nuestra democracia».
Al ser preguntado si sigue pensando que en España no hay ‘lawfare’, el titular del Interior y juez en excedencia ha dicho que, por primera vez en seis años desde que trabaja «codo con codo» con Pedro Sánchez, iba a cuestionar directamente una decisión judicial, en referencia a la adoptada por el titular del Juzgado de instrucción número 41 de Madrid, Peinado.
Tras mostrar su «defensa a ultranza a la separación de poderes y a la independencia del Poder Judicial», el ministro ha dicho que se «veía en la obligación» de expresar que, ante una querella como la de Manos Limpias, la «única resolución factible» habría sido el sobreseimiento libre o archivo atendiendo a que «adolece de ningún contenido incriminatorio y se sustenta en bulos y falsedades».
«El colmo del colmo es que el propio denunciante», ha continuado en referencia a Manos Limpias, «reconoce que puede haber falsedades y no es su responsabilidad». También ha recordado la jurisprudencia del Tribunal Supremo sobre las denuncias «basadas en publicaciones periodísticas» para insistir en que la «inmensa» parte de jueces habrían optado por el sobreseimiento ante una denuncia por tráfico de influencias como la que afecta a Begoña Gómez.
«El daño reputacional a la mujer del presidente, que ya se venía haciendo, ya está hecho», ha lamentado Grande-Marlaska, que en este punto ha citado un caso de su marido porque de él, ha dicho, «se publicó que tenía cuentas con 30 millones en un paraíso fiscal». Según el ministro, si además de publicarse se admite una denuncia en sede judicial, el daño reputacional aumenta aún más.
Dicho esto, Grande-Marlaska ha expresado su «respeto absoluto» a la decisión de parar y reflexionar por parte de Pedro Sánchez por ser víctima de una estrategia que «va mucho más allá de la política sana», al ser preguntado en concreto al PP y al líder de este partido, Alberto Núñez Feijóo, por decir que la decisión del jefe del Ejecutivo era un espectáculo adolescente. El ministro ha lamentado que se intente de «destruir al político y su entorno más personal» y ha dicho que esa es la razón por la que Sánchez, «conociéndole», ha decidido enviar una carta a la ciudadanía, y no a la Ejecutiva del PSOE o a los militantes de este partido.
Según Grande-Marlaska, lo que comunique Sánchez el próximo lunes será pensando en el «interés público». «No le guía otro propósito que el bienestar del conjunto de la sociedad», ha dicho, remontándose a las decisiones que adoptó durante la pandemia.