Los costes financieros vinculados a los más de 12.000 millones de euros de deuda acumulada en la ‘joint venture’ y las amortizaciones del fondo de comercio ejecutadas en el marco de la unión de Másmóvil y Orange han sido los factores decisivos. A la postre se trata de ajustes financieros en la estructura, pero el flujo de caja se ha mantenido positivo en este estreno del grupo.
Los ingresos de ese semestre superaron ligeramente los 3.600 millones de euros. Al capítulo habitual de gastos laborales y compras se suman dos especialmente relevantes que han contribuido a estas pérdidas contables. Uno de ellos es el de las depreciaciones y amortizaciones. En total ascendieron a 1.093 millones de euros, según la cuenta de resultados desvelada por la compañía posteriormente a la presentación de las grandes cifras y consultada por La Información. Esto se debe al impacto por el efecto contable del fondo de comercio conformado tras la ‘joint venture’. Se incorporan activos nuevos al balance y en el proceso de fijación de precio (PPA en sus siglas en inglés) provisional se estipula una valoración de los mismos, entre los que están cartera de clientes, imagen, patentes o ‘royalties’.
Esta asignación del precio pagado se suele dar en todo proceso de combinación de compañías, ya sea con una ‘joint venture’ o con una adquisición total. Y es habitual que acabe en ajustes a la baja del fondo de comercio, que van directamente a la cuenta de resultados. Se trata de ajustes contables que no impactan en la caja de la compañía, que se mantuvo con 287 millones de euros en el mismo periodo, de acuerdo con las mismas cuentas. Estas amortizaciones también pesaron en las cuentas de la propia Másmóvil en el primer trimestre de este ejercicio precisamente relacionadas con la adquisición del 100% de la operadora vasca Euskaltel en el año 2021.
El otro capítulo relevante que ha pesado en el resultado neto de estas cuentas es el coste de la deuda financiera bruta. En total en esos seis meses se desembolsaron 513 millones de euros para hacer frente. Hay que tener en cuenta que la compañía se conformó con un pasivo neto total de 12.500 millones de euros (a los que se sumarían 1.500 millones de ‘leases’), después de los préstamos contratados y la incorporación de los ‘compromisos’ acumulados por Másmóvil. La empresa conjunta llevó a cabo en el mes de junio la refinanciación de una parte de esa factura reduciendo el coste medio de la deuda al 5,6%.
Hay que tener en cuenta que en la negociación con la banca para la constitución de la nueva deuda y la inclusión de la ya existente -se levantaron 6.600 millones de euros para financiar, entre otros aspectos, un pago de más de 5.800 millones en un dividendo entre ambas compañías para compensar las valoraciones- se fijó un calendario de amortizaciones con más oxígeno en los tres primeros ejercicios: 220 millones en 2024; 548 millones en 2025, y 765 millones en 2026. En 2027, cuando ya Orange podría tomar el control del grupo en una potencial salida a bolsa, vencen 5.400 millones mientras que se reservan algo más de 1.000 millones para 2029 y 4.000 en 2031. El grupo descarta que haya algún plan vinculado a la estructura de capital que pudiera afectar a este calendario.
Estas pérdidas incorporadas ya dentro del balance de la empresa conjunta -dentro de los fondos propios-, donde hay prácticamente 5.670 millones entre capital social y prima de emisión. La empresa contaba con un efectivo y equivalente de algo más de 103 millones de euros y unas provisiones para reestructuración de 64 millones de euros. Además fijan unos activos por impuestos diferidos de 528 millones -que podrían ser recuperados a futuro-.
Además en las cuentas se contempla otro capítulo vinculado a la integración de Másmóvil y Orange de 90 millones, aunque no se precisa cuáles son esos costes incluidos. En este grupo no estarían incorporados los desembolsos vinculados al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ejecutado por el grupo y que afectará a un total de 650 empleados. Este expediente se negoció durante este mes de octubre fundamentalmente y por tanto el cargo se debería contemplar en este último trimestre del ejercicio.
Aún no se ha podido fijar los ahorros específicos de este ajuste pues no se ha cerrado el periodo de voluntariedad -hay diferencias entre las condiciones de quien se va en este primer plazo y los que serán obligados-. En los dos primeros días se habían sumado más de 100 personas de forma voluntaria, según precisó la compañía durante la conferencia con analistas de la presentación de resultados. Por ejemplo, Vodafone preveía un desembolso de unos 100 millones de euros para casi 900 puestos de trabajo.