De la semana destacamos la volatilidad intradiaria generada por las decisiones judiciales en Estados Unidos, relativas a la legalidad de los aranceles impuestos por su presidente (en concreto la forma legal empleada para su aplicación). La segunda noticia relevante de la semana fue la confirmación por parte de la OPEP+ de un nuevo incremento de la producción a partir del mes de julio de 441.000 barriles diarios, (algunas casas esperaban un mayor aumento), lo que debería ser muy positivo para China, India y Europa ya que, al ser altamente dependientes de las importaciones de crudo, un menor precio (cuidado con los riesgos geopolíticos), permitirá un ajuste a la baja de la inflación.
A lo largo de la semana vimos subidas generalizadas de las bolsas, en esta ocasión de mayor intensidad en Estados Unidos ya que si los aranceles son revocados o cuando menos reducidos de manera significativa, la actividad económica estadounidense se podría reactivar y por lo tanto volver a generar expectativas de sólidos crecimientos a futuro. Otra cosa es saber cómo reaccionará el gobierno y que potenciales medidas tomaría para controlar el actual déficit público, ya que la propuesta de rebaja fiscal va tomando forma desde el punto de vista legislativo y solo faltaría conocer la partida que financie ese menor ingreso fiscal (si se revocan/cancelan los aranceles).
El S&P 500 subía un +1,88% hasta los 5.911 puntos, el Nasdaq 100 se anotaba un +2,03% para terminar en 21.340 puntos. En Europa las subidas fueron mucho más moderadas, el Euro Stoxx 50 cerraba en 5.365,25 puntos o un +0,73% arriba y el Ibex 35 terminaba en 14.146,60 puntos o un +0,30%. Tras el espectacular retorno en lo que va de año (+22%), el índice español debería superar los máximos anuales para pensar en sólidas subidas adicionales.
La tranquilidad aportada por los tribunales también se trasladó a los mercados de renta fija. Los bonos gubernamentales de largo plazo veían caer su rentabilidad en todas las plazas. En Estados Unidos el Treasury a 10 años cedía hasta el 4,40%, es decir, 11 puntos básicos menos que la semana anterior, el Bund hacía lo propio en 7 puntos básicos hasta un 2,50% y el Bono en 10 puntos básicos para cerrar en un 3,10%.
La calma “relativa” de los mercados permitió ver correcciones en el precio de oro, en concreto se dejaba un 2,38% al cerrar en 3.313,54 USD/Onz, y de confirmarse la tregua en los mercados podríamos asistir a bajadas adicionales. Por su parte el Brent recibía la noticia de la OPEP+ dejándose un 2,40% en la semana para finalizar en 62,67 USD/b. En ambos casos, es muy probable que la volatilidad del EUR/USD acelere o frene los movimientos en la materia prima.
Desde el frente macroeconómico hay que destacar especialmente el dato del PCE, que sorprendía al caer hasta el 2,1%, dos décimas menos que el mes anterior y una décima mejor que lo estimado. A nivel subyacente también cedía, en este caso hasta el 2,5% que estaba esperando el mercado, es su mejor registro en más de cuatro años. También contribuyo al alza de la renta variable el buen dato de la confianza del consumidor estadounidense, tanto The Conference Board como el dato de la Universidad de Michigan, que superaban ampliamente las expectativas de los analistas.
Para la semana actual, la primera del mes de junio, la macroeconomía se concentrará a lo largo de la semana en Estados Unidos en los datos de empleo (se espera que la tasa de desempleo se mantenga en el 4,2%). Por su parte en Europa conoceremos los datos del IPC, la tasa de desempleo, las ventas minoristas de mayo y la decisión de política monetaria del BCE para la que se descuenta una nueva bajada de 25 puntos básicos, que dejaría la facilidad de depósito en el 2%.