Mañana, miércoles, expira el ultimátum fijado por Donald Trump para renegociar las condiciones del comercio mundial. Mientras tanto, los BRICS se unen y la OPEP+ aumenta su producción..
Para el equipo de inversión de la agencia de valores especializada en inversión de impacto, Portocolom: «El inicio del mes de julio daba alas a unos mercados estadounidenses que volvían a marcar nuevos máximos históricos (el S&P 500 lo hacía en 6.284,65 puntos y el Nasdaq 100 en 22.896,01 puntos). Sin embargo en la sesión del viernes, con las bolsas neoyorquinas cerradas, tanto los mercados como los futuros estadounidenses corregían parte de esas ganancias tras conocerse un dato de empleo mejor de lo esperado, que llevaba la tasa de desempleo a corregir hasta el 4,1%. Es cierto que la creación de puestos de trabajo no agrícolas fue superior a las previsiones, pero el componente privado de las nóminas no cumplió con los objetivos, por lo que debemos matizar la bondad del dato conocido. En cualquier caso, la reacción del mercado fueron ventas generalizadas en los activos de renta variable y en la renta fija estadounidense, ya que una primera conclusión es que la economía sigue muy fuerte, y con un nivel de inflación que, aunque controlado en el corto plazo, podría sufrir un repunte en los próximos meses. Por tanto la FED no tendría ninguna necesidad de volver a bajar los tipos de interés a corto plazo, siendo lógico que espere a tener datos concluyentes sobre el impacto de los aranceles, tanto sobre el crecimiento como sobre el nivel de precios. Precisamente serán los aranceles el principal foco de atención de los mercados durante los próximos días. Estados Unidos está enviando cartas a sus principales socios comerciales con los que todavía no ha llegado a un acuerdo, en las que las condiciones arancelarias ofrecidas son del tipo, o lo tomas o lo dejas, circunstancia que podría poner de nuevo a prueba el nivel de nerviosismo de los mercados, especialmente si las propuestas son tan agresivas como las del 2 de abril pasado. Por lo que respecta a la macroeconomía, de la semana pasada destacamos los datos de los PMIs. En China y en Europa siguen en la zona de 50 como en los últimos meses, pero en ambos casos los datos publicados fueron mejores que las previsiones, lo que les da un tono positivo a los datos. En Estados Unidos la cifra era la misma, 52,9, por lo que de momento no se percibe debilidad económica ni a nivel industrial ni a nivel servicios. Adicionalmente, el dato del IPC europeo volvía a mostrar que actualmente es una variable que no va a preocupar a los responsables de la política monetaria, más si cabe tras el anuncio por parte de la OPEP+ de un aumento de su producción a partir de agosto en más de 500.000 b/d, cuando el mercado estaba esperando 150.000, circunstancia que debería favorecer una bajada a medio plazo de los precios del crudo y de sus derivados. En cuanto a los mercados, el S&P 500 se anotó una subida semanal del 1,72% para terminar la sesión del jueves en 6.279,35 puntos, mientras que el Nasdaq 100 lo hacía en 22.866,97 puntos o un +1,47%. En Europa, la sesión bajista del viernes llevó a los principales índices a cerrar en negativo, el Euro Stoxx 50 cedía un 0,69% al concluir en 5.288,85 puntos. El Ibex 35 también cerraba en terreno negativo, pero prácticamente sin cambios, en 13.967,10 puntos. El Treasury a 10 años reflejaba con subidas de su rentabilidad el potencial retraso de la próxima bajada de tipos de interés por parte de la FED y lo hacía con una rentabilidad del 4,35%, es decir, 8 puntos básicos más que la semana anterior. Nuevamente el movimiento en Europa fue a la inversa, ya que tanto el Bund como el Bono a 10 años veían como su rentabilidad disminuía al cerrar en 2,56% y 3,21%, o lo que es lo mismo una corrección de 4 y 1 punto básico respectivamente. El oro subió un 1,79% tras dos semanas de correcciones cerrando en 3.346,50 USD/Onz, lo que podríamos considerar como un movimiento defensivo a la espera de conocer que va a hacer Trump con los aranceles cuando llegue el final de la moratoria el próximo miércoles 9 de julio. Por su parte el Brent se anotaba un +2,56% al concluir la semana en 68,51 USD/b, ante las perspectivas de una economía más sólida en Estados Unidos y el temor de que la situación empeore tanto en Oriente Medio como en Oriente próximo. Veremos como termina la semana tras el anuncio de la OPEP+.”
A pesar de la incertidumbre generalizada, los expertos de la gestora estadounidense Payden & Rygel son optimistas: «La incertidumbre sobre la política comercial estadounidense y las preocupaciones geopolíticas han creado las condiciones perfectas para la volatilidad de los mercados. En lo que va de año, tanto los mercados bursátiles como los de bonos estadounidenses han obtenido resultados inferiores a los de sus homólogos internacionales. El dólar estadounidense también se ha debilitado un 11 %, lo que ha alimentado la narrativa de que el capital está huyendo de EE. UU. Sin embargo, seguimos siendo escépticos al respecto. Los factores que impulsan el excepcionalismo estadounidense a largo plazo no han experimentado cambios fundamentales. EE. UU. sigue siendo la tierra de la innovación y cuenta con los mercados de capitales más profundos y líquidos del mundo, factores clave para el crecimiento continuo de la productividad. De cara al futuro, la incertidumbre sobre la política comercial persiste, pero se ha moderado desde abril. Las preocupaciones fiscales siguen presentes, pero la mayoría de las principales economías se enfrentan a presiones presupuestarias similares. Además, esperamos que la Fed sea el banco central más importante que recorte los tipos de interés en la segunda mitad de 2025, a medida que la inflación estadounidense se modere. Históricamente, los recortes de tipos de la Fed fuera de una recesión han respaldado los activos estadounidenses.”
Al contrario, desde Lazard Frères Gestion resaltan las señales de desaceleración en Estados Unidos: «A pocos días del final de la fase de negociación de los aranceles recíprocos, el tipo efectivo en las fronteras estadounidenses asciende al 16 %, un nivel sin precedentes desde 1937. Anticipándose a ello, las empresas han aumentado sus importaciones y sus existencias antes de la fatídica fecha del «Liberation Day». Estos efectos de almacenamiento pueden retrasar las consecuencias de los aranceles, especialmente en lo que respecta a la inflación. Apenas empiezan a ser visibles en algunas categorías de bienes (equipos de audio y vídeo, etc.). Sin embargo, estos impactos aún no son suficientes para invertir la tendencia de las cifras publicadas en mayo, que se situaron por debajo de las expectativas por cuarto mes consecutivo gracias a la caída de los precios de los automóviles, la ropa y los billetes de avión en el sector servicios. Por otra parte, el descenso de las importaciones observado desde abril contribuirá positivamente al crecimiento al mejorar mecánicamente el saldo de las exportaciones netas. Las bajadas de precios en algunas categorías parecen coherentes con los signos de ralentización del consumo estadounidense, especialmente en los bienes duraderos. También hay que estar atentos a la inversión privada: la formación de capital sigue bien orientada en el sector de los equipos, pero crece menos rápidamente en algunas categorías (por ejemplo, I+D) o se ralentiza en las estructuras no residenciales. Por su parte, la vivienda nueva envía señales negativas (descenso de las transacciones, elevado nivel de existencias), lo que se traduce en un descenso de los permisos de construcción y de las obras iniciadas. En general, varios indicadores apuntan a una desaceleración de la economía estadounidense. Entre ellos cabe destacar el descenso de los índices de actividad ISM. Los componentes de nuevos pedidos se estabilizan, pero se mantienen en uno de los niveles más bajos observados en los últimos 25 años. La evolución del mercado laboral durante el verano será probablemente el árbitro definitivo. No obstante, habrá que estar atentos a las contradicciones: el mes de mayo fue positivo, con 140 000 puestos de trabajo creados, pero se han aplicado importantes revisiones a la baja a las cifras de los dos meses anteriores. La estacionalidad de las solicitudes de prestaciones por desempleo también podría haber evolucionado.»
Por su parte, los analistas de la sociedad de valores Activotrade, destacan las consecuencias negativas de las primeras cartas de Trump en el mercado asiático con el foco de atención puesto en los BRICS, mientras EEUU consolida su liderazgo mundial en activos digitales: “ Estados Unidos ha comenzado a enviar cartas a sus principales socios comerciales para informarles de los aranceles que tendrán que afrontar, y las primeras misivas han ido dirigidas a Corea del Sur y Japón, que han recibido una tasa del 25% que entrará en vigor el 1 de agosto. Por tamaño y producto, los más perjudicados son compañías asiáticas que exportan componentes de electrónica, maquinaria industrial o automoción. Aunque las bolsas asiáticas han estado estables (Nikkei +0.3%, Hang Seng +0.6%) algunas compañías de coches como Nissan ha cedido cerca de un 6%. Por el momento se mantiene la amenzada de Trump de aplicar un arancel adicional del 10 % a los países alineados con el BRICS, después de la cumbre celebrada el fin de semana. Materias primas como el gas, metales o agrícolas caían ayer más de un 3%. Los países que conforman dicho grupo con China a la cabeza, han visto crecer su producción nominal (PIB) durante las últimas décadas frente al G7 y Europa. Exactamente su PIB total (en % sobre el resto del mundo) ha estado cerca de duplicarse hasta el 30%. Mientras tanto, semana clave para los activos digitales, después que el Congreso de los EEUU designó oficialmente la semana del 14 al 18 de julio de 2025 como la «Semana de las Criptomonedas», en la cual se espera que se vote tres proyectos de ley importantes: la Ley CLARITY, la Ley de Vigilancia Estatal Anti-CBDC y la Ley GENIUS, impulsando así una estructura integral de mercado que permite clasificar y diferenciar qué activos digitales son valores o materias primas así cómo tener un marco para las stablecoins entre otras cuestiones. Esta iniciativa se presenta como un esfuerzo sin precedentes para consolidar a EEUU como líder mundial en innovación de activos digitales, por lo cual se espera una semana muy interesante para las criptomonedas.”