«Si la economía evoluciona como se espera, creo que ganaremos esa confianza a finales de este año y entonces podremos comenzar a bajar las tasas. Mi hipótesis básica es que lo haremos a un ritmo gradual para que podamos seguir gestionando los riesgos para ambas partes de nuestro mandato», ha señalado Mester en su intervención en la reunión de la Liga de Banqueros de Ohio en Columbus, Ohio. Mester se ha referido a la «confianza» en que la inflación se dirija de forma inequívoca a la meta del 2% de la Fed, un concepto que remarcó en repetidas ocasiones el presidente del organismo, Jerome Powell, en el último cónclave monetario, en el que además enfrió las expectativas del mercado al asegurar que un recorte en la reunión de marzo «no es el caso base». Para la titular de la Fed de Cleveland, «la política monetaria se encuentra en un buen lugar», y considera que se puede mantener en su nivel actual gracias a la fortaleza del mercado laboral estadounidense.
«La fortaleza actual de las condiciones del mercado laboral y los sólidos datos de gasto nos brindan la oportunidad de mantener la tasa de fondos nominal en su nivel actual mientras reunimos más evidencia de que la inflación realmente está en un camino sostenible y oportuno de regreso al 2%», ha agregado. Además, ha alertado sobre los riesgos de «empezar a flexibilizar demasiado pronto», lo que podría provocar un repunte inflacionario y un desajuste sobre las expectativas a futuro.
«Sería un error bajar las tasas demasiado pronto o demasiado rápido sin evidencia suficiente de que la inflación está en una trayectoria sostenible y oportuna de regreso al 2%. Hacerlo socavaría todo el buen trabajo que se ha hecho para llevar la inflación a este punto. Por otro lado, si las expectativas de inflación para el año próximo continúan disminuyendo, mantener el nivel actual de la tasa nominal de los fondos federales durante demasiado tiempo sería en la práctica un endurecimiento de nuestra postura política», ha manifestado.
Sin embargo, si la inflación «parece estar estancada en un nivel superior» al objetivo, el banco central consideraría «mantener una postura restrictiva por más tiempo», aunque el pronóstico de Mester incluye un descenso continuado hacia el 2%.
«Si bien la inflación puede resultar más persistente este año, mi pronóstico base es que, con una política monetaria adecuada, la inflación seguirá bajando con el tiempo hasta nuestra meta del 2%», ha concluido.