De salir adelante, el nuevo tributo podría suponer un obstáculo a la OPA hostil que BBVA lanzó sobre Banco Sabadell, ya que la entidad concentra una parte considerable de su operativa en el país azteca, al igual que Santander.
En el primer trimestre del año, BBVA alcanzó en México un resultado atribuido de 1.441 millones de euros, lo que supone un incremento del 12,6% con respecto al mismo periodo del año anterior, resultado principalmente de la «solidez de los ingresos recurrentes del negocio bancario». Además, la firma ha anunciado recientemente que la inversión en México llegará a los 81.400 millones de pesos en 2024, unos 4.454 millones de euros, muy por encima de lo previsto en el Plan 2019-2024.
Ahora, México estudia un impuesto que puede afectar a las cuentas de BBVA, aunque puede ayudar a subsanar la contabilidad nacional. El presidente López Obrador dejará el cargo a finales de año, y la principal favorita para ocupar su puesto, Claudia Sheinbaum, también se ha mostrado partidaria de gravar a la banca. Las opciones que sopesa el país pasan por limitar las deducciones fiscales o gravar los beneficios extraordinarios de un periodo, un modelo similar al implantado en España.