Entre gritos de «¡Argentina, Argentina!», Milei y su flamante vicepresidenta, Victoria Villarruel, han proclamado su lealtad al Estado argentino en presencia de sus predecesores, Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Previamente, en su primer acto protocolario, Milei firmó el libro de honor de la Cámara de Diputados con el mensaje: «Viva la libertad, carajo». Milei no se dirigió a la cámara legislativa y en su lugar la vicepresidenta Villaruel pronunció unas palabras de agradecimiento en su nombre.
«Es un momento que quedará para siempre en nuestros corazones y quiero agradecerles este gesto de acompañarnos desde otros países del mundo y de las provincias», hizo saber la vicepresidenta.
En su primer discurso ante la nación, Milei ha asegurado que este domingo «termina una larga y triste historia de decadencia» y comienza «una nueva era para Argentina» marcada por la «reconstrucción nacional». «Los argentinos, de manera contundente, han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno», ha declarado el mandatario, antes de responsabilizar a sus predecesores de la difícil situación que atraviesa el país.
Desde una tribuna instalada a los pies de la escalinata del Congreso de la Nación, en presencia de los principales representantes internacionales que acudieron a su asunción presidencial y ante decenas de miles de ciudadanos congregados, el economista agregó que «ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros», ha aseverado Milei. «Hoy mismo la inflación ya viaja a un ritmo que oscila entre el 20% y 40%. El Gobierno saliente nos ha dejado plantada una hiperinflación. Es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe», ha dicho.
Se refirió a la herencia dejada por el peronista Alberto Fernández (2019-2023) para pintar una dura radiografía del país que se encuentra y en el que deberá tomar difíciles decisiones económicas, y, en ese sentido, comparó el impacto de la caída del muro de Berlín con el resultado de las últimas elecciones argentinas. «Así como la caída del muro de Berlín, estas elecciones han marcado el punto de quiebre de nuestra historia», indicó el nuevo presidente argentino.
El ya presidente ha dicho también que ve necesario que Argentina experimente un «shock» fiscal como forma de combatir contra la hiperinflación que han dejado sus predecesores que, según él «han dejado abandonado el país sin fondos».
Anunció que el ajuste fiscal y el fin de la emisión monetaria forman parte de su plan económico. Milei también aseguró que la estanflación «será el último mal trago» hacia «la reconstrucción de Argentina». El líder de La Libertad Avanza (ultraderecha) resaltó que «ningún Gobierno ha recibido una herencia peor» que la que ahora se va a encontrar su Ejecutivo.
Sobre el estrado, con bastante reminiscencias de las asunciones de presidentes de Estados Unidos, hasta el punto de que el propio Milei habló de «inauguración» -término usado en ese país-, también se encontraban los principales invitados internacionales. El ultraliberal consiguió movilizar a los votantes por sus críticas a la inflación que vive el país, la caída de las reservas monetarias y el aumento de la pobreza en América del Sur dando lugar a la peor crisis económica del país en más de dos décadas: «Necesitamos un ajuste fiscal que recaiga en el Estado y no en el sector privado porque no hay dinero», ha dicho.
Flanqueando el atril, sentados estaban el rey Felipe VI de España, quien llegó este sábado; los presidentes de Chile, Gabriel Boric; de Uruguay, Luis Lacalle Pou; de Paraguay, Santiago Peña; de Ucrania, Volodimir Zelenski; y el primer ministro de Hungría, Víktor Orbán, entre otros. Precisamente con el líder ucraniano Milei mantuvo unos minutos de conversación antes de fundirse en un abrazo de agradecimiento por su viaje hasta Argentina.
También pudo verse entre los invitados a los expresidentes de Argentina Mauricio Macri (2015-2019) y de Brasil Jair Bolsonaro (2019-2023).