Esta vez, tras el desastre de jornada política presenciado en el Senado con un Junts triunfante y un Sánchez vapuleado los equipos de Moncloa han utilizado la queja de Puigdemont contra el ex presidente Rajoy para tratar de destrozar a los populares y quitar de en medio cualquier atisbo de ataque político
Así, el Gobierno no ahorra calificativos a la hora de describir las conclusiones de las investigaciones que La Vanguardia y elDiario.es están sacando a la luz en los últimos dos días y que apuntan a que el Ejecutivo de Rajoy utilizó a la Policía para perseguir a dirigentes independentistas. Por eso mismo el actual Gabinete de Pedro Sánchez contempla que pueda comparecer el propio Rajoy, en la comisión de investigación sobre la operación Cataluña que aún debe constituirse en el Congreso.
Incluso la ministra portavoz señalo que esta cuestión había sido objeto de debate en el Consejo de Ministros porque es una cuestión de “enorme gravedad”. “Los hechos que estamos conociendo son muy graves y trasladan conductas bochornosas y vergonzantes que evidencian el uso que realizó la anterior Administración del PP de los resortes del Estado de derecho para espiar a sus adversarios políticos”.
Con independencia de la veracidad de los hechos, de las que deberá dar buena cuenta la Justicia resulta cada vez mas curioso
Como a cada paso que la situación del presidente del Gobierno se complica con algún asunto, inmediatamente, aparece una historia macabra que afecta a la imagen de los populares y que inmediatamente algún miembro del Gobierno utiliza para exigir a su actual líder para que de explicaciones con duras critica, que claro esta son apoyadas por toda la progresía que apoya a Sánchez, incluida claro esta la facción de Podemos que todavía sobrevive gracias a sus escaños.
Es decir, en pocos días se trata de que el desastre de entrega y bajad de pantalones que ha realizado Sánchez para mantenerse en el machito quede borrada con el tradicional ventilador.
El espectáculo esta servido y toda la mierda para Feijoo