El botón de muestra de esta situación y de cómo puedan desarrollarse los próximos acontecimientos y devenires políticos es el enfrentamiento entre Cámaras con motivo de los manejos para perdonar estancias en la cárcel a los asesinos de la banda ETA.
Primero fue el chanchullo y el engaño para hacer caer a toda la cámara en el, error de votar a favor de una “inocente ley”.
Una vez consumada la operación vino la reacción de los perdedores y el presidente del Senado esgrimió un informe de los letrados para justificar que el voto en contra de la mayoría equivalía a un veto, y que por tanto la norma debía volver al Congreso para que levante el veto. «Se considera que, aunque no ha habido enmiendas ni veto en la Comisión, el pleno del Senado ha vetado por mayoría la ley, por lo que vuelve al Congreso», resumieron desde la Cámara.
Pero, Armengol es fiel y obediente y la Mesa del Congreso ha hecho oídos sordos al veto del Senado a la polémica reforma de la ley orgánica 7/2014, más conocida como ‘ley Txapote’, Es decir, Armengol se niega a convocar un pleno en el Congreso para levantar el veto en el Senado. Por el contrario, da por terminado el recorrido parlamentario de este proyecto de ley y lo considera listo para su publicación en el BOE y entrada en vigor.
Ello, a su vez, abre la puerta a un nuevo conflicto de atribuciones entre ambas Cámaras legislativas, en la línea del que ya mantuvieron durante la tramitación de la ley de amnistía.
¿Cómo terminará la pelea? Pues de momento ganará el sanchismo que además hará valer ante sus socios que son los que mandan y los únicos con quien pactar y lograr que ellos, los independentistas y asimilados obtengan algún rédito interesante para sus intereses como un referéndum, un pacto económico, etc.
Si los populares se arredran y se encogen ni las querellas, ni los desafíos dialécticos podrán con el ocupante de la Moncloa, así que nos enfrentamos a semanas y meses de una broca política absolutamente desenfrenada en la que oiremos de casi todo; de hecho el Psoe ya ha puesto el ventilador de la porquería en marcha y las continuas referencias a la corrupción de los populares no se ha hecho esperar con la curiosa muletilla que repiten todos los ministros y voceras de que son 38 las causa pendientes que los populares tienen en los tribunales.
Y ese es solo el principio