Sin embargo, el motor continúa a una buena distancia de su actividad prepandemia, ya que la producción fue un 14,3% inferior a 2019, último ejercicio completo antes de la llegada del Covid-19 y la posterior crisis de microchips que golpeó con dureza al sector. La recuperación de la producción era algo que esperaba el sector en esta parte del año, ya que el suministro de microchips viene mejorando sensiblemente desde el último trimestre de 2022 y porque la comparación se hace con un primer semestre del año pasado que fue pésimo. Así, por ejemplo, fue posible ver crecimientos de dos cifras en marzo, cuando avanzó casi un 31%. Según se fue acercando el verano, la subida se fue aminorando y junio, si bien creció (un 1,4%, con más de 235.000 unidades), fue el que registró el menor incremento del primer semestre.
La inmensa parte de la producción (un 90,6%) se dedica a la exportación, la cual avanzó un 22,1% en el acumulado de 2023 (un 10,1% en junio), con casi 1,2 millones de coches enviados fuera de las fronteras. Europa fue el destino del 91,5% de las exportaciones, con Alemania, Francia, Turquía, Italia y Reino Unido como los cinco mayores compradores de vehículos made in Spain. “Al igual que el pasado mes, los mercados europeos continúan en proceso de recuperación respecto al año anterior, con lo que si la producción sigue estable y no hay rotura en la cadena de suministro seguirá al alza en el segundo semestre”, ha explicado Anfac en un comunicado.
Por su parte, el ensamblaje de coches eléctricos continúa ganando peso a buen ritmo en las plantas españolas. Solo en junio, salieron de las líneas de producción nacionales 30.136 coches electrificados (eléctricos puros e híbridos enchufables), el 12,8% de la cuota de fabricación, lo que supone 3,4 puntos porcentuales más que en el mismo mes de 2022. En el primer semestre del año, los electrificados crecieron dos puntos de cuota, hasta el 13,1%, con 172.335 unidades. De estos, 89.874 coches fueron eléctricos puros (subieron un 59%).
La inmensa mayoría de esos vehículos fueron producidos por Stellantis, que ensambló 80.641 coches eléctricos puros entre enero y junio en sus plantas de Madrid, Vigo y Figueruelas (Zaragoza), lo que supone el 89,7% de todos los vehículos eléctricos que se hicieron durante ese periodo en el conjunto del país. La compañía, a su vez, que posee marcas como Peugeot, Citroën o Fiat, hizo el 39% de todos los coches que se fabricaron en España en el primer semestre, con más de medio millón de unidades.