Los 2.044.900 trabajadores empleados que deseaban ampliar su jornada entre abril y junio de este año suponen un aumento del 1,44% con respecto a los 2.015.900 del primer trimestre de este ejercicio y un 0,12% más que en el mismo período de 2023 (2.042.500). Se observa así que, pese a que la cifra permanece muy estable, hay una leve progresión al alza de quienes quieren o necesitan trabajar más horas.
En el extremo opuesto, 1.095.700 empleados querían reducir su jornada en el segundo trimestre de este ejercicio incluso con una merma proporcional del salario, lo que se traduce en un leve repunte del 1,68% en relación con los 1.077.600 trabajadores del primer trimestre de este año. En cambio, en comparativa interanual, el dato es un 3,16% inferior a las 1.131.400 personas que querían trabajar menos horas en el segundo trimestre del pasado año.
Precisamente, en el debate abierto sobre la reducción de la jornada laboral mediante la reforma del Estatuto de los Trabajadores, la patronal viene advirtiendo de los efectos perniciosos que provocará la medida en las empresas españolas, especialmente en autónomos y pymes, y ha alertado de que el problema real de los trabajadores es el de quienes quieren poder ampliar su jornada porque no tienen un empleo a tiempo completo. En sentido opuesto, la tesis de Trabajo, CCOO y UGT es que reducir la jornada a 37,5 horas contribuirá a aumentar la productividad y hará que a medio y largo plazo mejore la economía y se generen más puestos de trabajo.
Y el ministerio con Diaz a la cabeza no sabe que camino tomar y esperan.