De cualquier forma, es poco probable que la Fed o el Banco de Inglaterra (BoE) introduzcan cambios en sus reuniones de esta semana, pero que los inversores analizarán cada palabra en busca de indicios de futuros cambios. Sin embargo, que los mercados “se han vuelto un poco más razonables” en cuanto a las expectativas de recortes de tipos para 2024.
Están valorando en torno a 134 puntos básicos de reducciones de los tipos de los fondos federales para finales de año, por debajo de los casi 170 de hace sólo dos semanas, mientras que para el BoE prevén recortes de tipos de alrededor de 106 puntos básicos cuando acabe 2024, frente a las expectativas de 172 puntos básicos de relajación que se estimaban en la despedida de 2023.
Asi que, la Fed esperará hasta la reunión del 1 de mayo para empezar a recortar los tipos y que los suavizará en unos 100 puntos básicos en 2024. “Mi lógica es que retrasar la flexibilización permitirá a la Fed ver tres informes laborales y de inflación más, facilitando la decisión sobre si la inflación está firmemente encaminada hacia un nivel sostenido del 2%”.
Pese a que el PIB estadounidense del cuarto trimestre de 2023 superó las expectativas al situarse en el 3,3% interanual (2,0% de consenso), el pasado viernes se supo que la inflación subyacente del PCE (índice de precios del gasto en consumo personal) estadounidense se ha desacelerado del 2,9% interanual a una tasa anualizada del 1,9% en los últimos seis meses, y sólo del 1,5% en los últimos tres meses, por debajo del objetivo de la Fed. Sin embargo, el aumento de los precios de los servicios, excluida la vivienda, sigue siendo significativamente superior, con un 3,3% interanual, un 2,8% anualizado en los últimos seis meses y un 2,2% anualizado en los últimos tres meses. Aunque la trayectoria de la inflación de los servicios excluida la vivienda es alentadora, esta forma de inflación más rígida podría preocupar a algunos votantes del FOMC.
Los datos del mercado laboral estadounidense que se publican esta semana (la Encuesta de Apertura de Puestos de Trabajo y Rotación Laboral, JOLTS, y el informe mensual sobre la situación del empleo) figuran entre los más importantes para los mercados y la política monetaria. La creación de empleo probablemente se desaceleró en enero respecto a los niveles muy fuertes de 2023 y reconoce que estará atento a las métricas estándar: nuevos puestos de trabajo, salario medio por hora, número de puestos de trabajo sin cubrir por trabajador desempleado y tasa de abandono voluntario.
Posible recorte de tipos del BCE en junio
El BCE y el Banco de Japón tampoco movieron ficha la semana pasada. Sin embargo, la conferencia de prensa del BCE sugirió que los inversores deberían dirigir su mirada hacia junio para la primera bajada de tipos.
La reiteración de la la presidenta del BCE, Christine Lagarde, de que el Consejo de Gobierno consideraba prematura cualquier discusión sobre recortes de tipos, al tiempo que defendía la necesidad de esperar a los datos salariales adicionales del primer trimestre antes de ajustar la política, fue un debate “instructivo”, que nos lleva a contemplar el sexto mes del año “como el momento potencial para una primera medida de relajación, a falta de un shock económico en el ínterin”. Eso pese a que la probabilidad implícita en el mercado de una reducción de tipos de 25 puntos básicos en abril pasó del 63% el día anterior a la reunión del BCE al 87% a finales de semana.
Tras unos datos de PMI de la zona euro dispares (los manufactureros superaron las expectativas y los servicios se quedaron cortos), se espera que los que se difunden esta semana de inflación de enero y el PIB del cuarto trimestre de 2023 de la zona euro, Francia, Alemania, Italia y España sigan desacelerándose.
Por otro lado, el Banco de Japón no modificó su política monetaria, pero indicó que su confianza en la consecución de sus perspectivas de inflación ha seguido aumentando gradualmente, aunque persisten grandes incertidumbres sobre la evolución futura. A la vista de esta declaración, muchos observadores apuestan a que la reunión de abril o junio representará probablemente el final de los tipos de interés negativos con una subida de 10 puntos básicos hasta un tipo objetivo del 0%.
Actividad manufacturera en China
Finalmente, la publicación esta semana de los datos PMI de China (NBS y Caixin Manufacturing), que ofrecerán la última visión sobre si el creciente número de medidas de estímulo en el gigante asiático están resultando efectivas. China sorprendió a los mercados la semana pasada reduciendo el coeficiente de reservas obligatorias de los bancos en 50 puntos básicos, lo que equivale a una liberación de 1 billón de yuanes de capital a largo plazo en el sistema financiero. El banco central también redujo en 25 puntos básicos las tasas de représtamo y redescuento para las pyme y el sector agrícola. Se especuló con la posibilidad de que Pekín inyectara hasta 2 billones de CNY en apoyo de los mercados de renta variable, pero no hubo confirmación.