Además, Navarro ha suscrito las justificaciones arancelarias de Trump y explica que «esto se está desarrollando exactamente como lo esperábamos. El mundo nos engaña. Nos ha estado engañando durante décadas. Nos engañan con aranceles, pero, aún más importante, nos engañan con las llamadas barreras no arancelarias, como el IVA». Por otra parte, el asesor comercial ha atacado a China por los aranceles del 125 % que ha aplicado a todos los productos estadounidenses y le ha animado a que «haga lo que tiene que hacer, que es avanzar hacia una economía más impulsada por el consumo interno y dejar de ser el depredador del mundo».
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había sacado pecho de las exenciones a productos electrónicos, como teléfonos móviles, ordenadores o microprocesadores, entre otros productos, anunciadas este domingo y ha asegurado que el país está «ingresando mucho dinero». Trump habló en la madrugada del sábado al domingo desde el Air Force One, el avión presidencial, desde donde insistió en que el lunes «dará más información». «Te daré esa respuesta el lunes. Seré más específico el lunes», reafirmó el mandatario.
Por su parte, China, a través de un comunicado emitido por un portavoz del Ministerio de Comercio, ha destacado que este movimiento de Trump supone «un pequeño paso para corregir su errónea política unilateral de ‘aranceles recíprocos'», y ha animado a Estados Unidos a cancelar «por completo» las tarifas que ha anunciado para «volver al camino correcto del respeto mutuo».
No son solo negocios, también es algo personal: los multimillonarios amigos de Trump salen perjudicados por la guerra arancelaria
El impacto de los aranceles de Trump en los productos «typical USA» que, en realidad, no son tan americanos
Las exclusiones se aplican concretamente a teléfonos móviles, ordenadores portátiles, discos duros, microprocesadores y chips de memoria, así como a máquinas utilizadas para fabricar semiconductores, en un guiño al gigante de la fabricación de chips Taiwan Semiconductor Manufacturing Co (TSMC).
Esta medida, junto con la prórroga de 90 días para comenzar la aplicación de los gravámenes, supone una nueva cesión de la Administración Trump a las empresas estadounidenses, que han vivido momentos de caídas generalizadas en todos los sectores, aunque con especial incidencia en las tecnológicas como Apple, Nvidia y Samsung Electronics, entre otras, a las que esta medida podría aliviar del impacto del resto de las tarifas arancelarias anunciadas por el presidente estadounidense.
En este sentido, la Comisión Europea ha estimado una caída de hasta el 3,3 % del PIB de Estados Unidos y del 0,6 % en la Unión Europea hasta 2027, si se imponen aranceles permanentes del 20 % o si se activan medidas de represalia, según los primeros cálculos del Ejecutivo comunitario, que prevén un mayor impacto en la economía estadounidense que en la europea.