Ahora, ultima un acuerdo con Bruselas para anular esa medida. A cambio, ofrece acelerar la implantación del ferrocarril como alternativa de movilidad sostenible. Con ello, el Ejecutivo proyecta un menor uso de las carreteras y, en consecuencia, un menor coste asociado a ellas, aunque en ningún caso cuantifica los efectos concretos.
Por el momento, la marcha atrás en la introducción de peajes o viñetas en las vías de alta capacidad tendrá consecuencias en el déficit que arrastra la red de carreteras. Con las partidas presupuestarias actuales para conservación, y en previsión de nuevas reversiones de autopistas de peaje en la próxima legislatura, el déficit que se generará año a año sólo en la red del Estado se elevará hasta alrededor de 550 millones de euros, según los cálculos del sector.La consecuencia de no cobrar por las autovías: el déficit subirá en 550 millones cada año