Sin embargo, mucho me temo que la convocatoria de Sánchez para contarnos sus historias sobre la marcha de España y lo bien que lo esta haciendo no haya tenido el mismo éxito sino mas bien todo lo contrario, porque incluso algunos que, en teoría teníamos la obligación de estar atentos a lo que el señor Sánchez decía, hemos optado por cambiar de canal y entretenernos haciendo zaping mientras en La Moncloa los ministros aplaudían según les iban ordenando las cosas que decía don pedro.
La verdad es que es tal la cantidad de veces que se ha puesto delante de un micrófono para no decir nada, no contar nada interesante y no anunciar mas que cuatro choradas sin mas interés de que su socia le siga apoyando unos meses mas, hasta que algún otro compañero de viaje le haga apearse del burro es un solemne aburrimiento.
Siempre hace los mismos gestos, los mismod guiños a sus espectadores, las mismas acusaciones a la oposición y, claro esta sin pensar en lo que a los ciudadanos les puede interesar o convenir, porque para eso el no está en La Moncloa. El gobierna para esa mayoría social que todos olvidan y nadie atiende, pero que el solicito y dedicado al bien común de nacionalistas e independentistas que son los que le sostienen, dedica todos sus esfuerzos vitales y por supuesto políticos.
En ese contexto, es imposible que uno ni crea ni media palabra de lo que anuncia. Es decir, de PGE nada de nada y de elecciones ya se verá, porque no depende de él, sino de los que le sostienen, que solo esperan que deje de cumplir los compromisos adquiridos para ponerle de patitas en la calle.
Dicho de otra manera, nada de lo dicho es valido si antes don pedro no cumple sus compromisos, sea posible o no cumplirlos.