Y es que la firma de la paz, aunque sea efímera y nadie sepa si va a termina de verdad con una guerra que lleva años campando sus respetos por aquellas tierras ha hecho polvo los planes de la tropa sanchista que necesitan urgentemente herramientas con las que taponar la deriva de la corrupción que avanza sin piedad y puede terminar de arrollar lo poco que va quedando del otrora brillante y prometedor líder europeo, al que ya no la estética le funciona. Asi que vamos a la batalla.
Primero con la sanidad andaluza y así pedir la cabeza de Moreno que hasta ahora estaba triunfando en esa comunidad, en donde la supervice no lograba levantar cabeza y se veía claramente perdedora en una posible confrontación electoral. De momento, mucho ruido y pocas nueces, si bien se han cobrado la cabeza de la consejera de salud.
Después y echando el resto, el aborto que tras el apoyo del alcalde Almeida se centra en Madrid y no en el regidor sino en su par en la CC AA Diaz Ayuso. La sesión de la asamblea ya se venia calentando y al negarse la presidenta a implantar el registro de médicos objetores que considera inconstitucional, se ha armado la mundial.
Para Díaz Ayuso, el registro de objetores al aborto «pone en peligro» varios textos legales, entre ellos algunos artículos de la Constitución Española, y en Madrid no se va a hacer «una lista negra de médicos». Así lo ha espetado en la sesión de control de la Asamblea a la portavoz de Más Madrid, Bergerot, quien le ha reclamado, como hiciera la ministra de Sanidad,García, que Madrid «cumpla la ley» y remita el listado de objetores.
«Pone en peligro el artículo 14 de la Constitución Española, el artículo 15 de derecho a la vida y a la integridad física y moral, el artículo 16.1 que defiende la libertad ideológica de religión o creencias y ha dado pie a sentencias refrendadas por el propio Tribunal Constitucional. El artículo 16.2 de nuestra Constitución dice que nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias», ha enumerado la mandataria autonómica.
Asimismo, también ha señalado el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos que habla del derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. El artículo 9 de Convenio Europeo de Derechos Humanos.
Pero estas afirmaciones le han permitido a Sánchez, con testar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, y en sus redes sociales decir que «esta era la libertad que prometía Ayuso. Volver a los viajes clandestinos a Londres. Al clasismo y al señalamiento. Volver 50 años atrás. No lo vamos a permitir». En este sentido, Sánchez a subrayado que «el Gobierno usará todos los instrumentos legales a su alcance para garantizar que los derechos y la dignidad de las mujeres se respetan, también en Madrid. Y, si hace falta, llegaremos hasta la Constitución y el Constitucional».
Con independencia de la bronca política que nos tocara soportar los próximos días y semanas lo cierto es que el Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM) ha manifestado una firme oposición a una propuesta que, según la institución, supone una amenaza directa contra el derecho a la objeción de conciencia, un principio consagrado tanto en la Constitución Española como en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. A juicio del Colegio, este derecho constituye un pilar esencial de la libertad individual y profesional, que debe poder ejercerse sin temor a represalias, señalamientos ni discriminación.
En definitiva que los deseos del gobierno sanchista, « no solo atentan contra los principios constitucionales, sino también contra la ética médica y los códigos deontológicos que rigen la profesión medica».