La última vez que España ofreció a los inversores este tipo de deuda fue el 9 de mayo, y en esa ocasión el importe colocado fue de 4.754 millones de euros. Las letras a doce meses salieron a un rendimiento marginal del 3,247 %, y las de las letras a seis meses, del 3,143 %. La demanda por parte de los inversores superó los 8.800 millones de euros. Mucha de esa demanda provino de inversores particulares que desde hace unos meses están comprando letras del Tesoro por la rentabilidad que ofrecen como consecuencia del alza de los tipos de interés, y que es superior a la de otros productos financieros como los depósitos bancarios.
Según los últimos datos disponibles del Banco de España, a cierre del primer trimestre del año los hogares españoles tenían 10.847 millones en letras del Tesoro, 9.000 millones más que en diciembre de 2022.