La economía va bien. Así lo perciben los bancos centrales y Jerome Powell en particular. Según el presidente de la FED, la economía va demasiado bien, el crecimiento es demasiado fuerte y el desempleo demasiado bajo.
Para el banco central estadounidense es necesario entrar en recesión para controlar la inflación y que vuelva a estar debajo del 2%. Y ¿cuál es el plan? Principalmente, subir los tipos para frenar la demanda.
Pero el plan de la FED no funciona como esperado. El crecimiento se ralentiza respecto a 2022 pero no lo suficiente. Y la creación de riqueza derivada de la euforia en las Bolsas tampoco apoya a los bancos centrales en este sentido.
“Poco a poco se dibuja un escenario macro compatible con un ‘aterrizaje suave’, algo que podríamos decir también de Europa donde las encuestas de actividad entran en zona de expansión por tercer mes consecutivo y las perspectivas de crecimiento a corto plazo han mejorado a medida que los problemas energéticos se aplazan para la parte final del año. La buena macro americana hace pensar que la Reserva Federal será más agresiva con los tipos, y parece prematuro apostar por una reducción de los tipos de interés este año, tal y como hasta ahora apostaba el mercado. Hay que recordar que el Banco Central de Estados Unidos prefiere no empezar a bajar tasas hasta ver que el mercado laboral empieza a dar muestras de recesión y no parece que esto vaya a suceder en el corto plazo.»
Implicación para el euro:
«El euro por su parte, tras haber llegado a rebasar el cambio 1.10 eur/usd el pasado jueves, ha retrocedido con fuerza en las últimas sesiones hasta el 1.07, y parece que de momento finaliza la escalada iniciada a finales de septiembre, al tiempo que los tipos de interés en Europa ya no están tan alejados de los de Estados Unidos, tal y como sucedía a finales de verano.”