Tan de éxito es que día tras día aparecen en los medios con nombres y apellidos nuevos miembros de esta selecta y escasa profesión. Es mas la demanda es cada día mayor y los jóvenes que alcanzan el nivel necesario para regentar un local se independizan y crean su propio restaurante y se lanzan a la aventura, con un porcentaje s de éxito bastante alto por cierto.
Ante esta situación las empresas de este sector están, de alguna mamera obligadas a cuidar y potenciar el trabajo de sus chef lo que ha contribuido a su vez a mejorar y evolucionar las cartas de muchos restaurantes por la creatividad y competencia de jóvenes chef, desconocidos para el gran público, pero que han elevado el nivel de nuestra gastronomía hasta alturas desconocidas no hace muchos años, en lo que unos pocos “grandes” protagonizaban la vida gastronómica y solo ellos eran reconocidos.
Entre esa pléyade de grandes y jóvenes profesionales podríamos destacar a muchos y lo haremos a lo largo de las próximas semanas, los primeros de nuestra lista son una parte del grupo “ de la Reina” y dirigen la cocina de El Mercado y La Parrilla apellidados de la Reina y están situados , nada menos que en la Gran Via, quizá uno de los mejores escaparates gastronómicos de nuestra ciudad por los miles de turistas que pasas por ella, de los que unos cientos prueban los platos de estos chefs.
Los platos que se pueden disfrutar en estos dos restaurantes no tiene nada que envidiar a los que se toman en un tres estrellas, pero la gran diferencia que señala uno de ellos, Carpio, es que nosotros tenemos que dar esa calidad, porque el publico nos la demanda, pero a unos precios totalmente distintos a los de ellos. Es decir el diseño de un plato de relamerse en estos locales requiere un trabajo muy especial y cuidado que se inicia incluso con la búsqueda del proveedor de la materia prima, con el que se habla y negocia hasta llegar a la calidad y precio que permita que el plato inicialmente pensado, sea una realidad, asequible y llegue a triunfar,
Así por ejemplo, en la barra de El Mercado de la Reina se pueden disfrutar de unos buñuelos de bacalao esplendido, gloriosos. Una autentica delicia. ¿Cuál es el secreto? Mese trabajo y una elaboración que va desde el cuidado en la selección del bacalao, la elaboración de la bechamel que es el centro de la tapa y luego el complicado rebozado que debe de ser perfecto, para que el producto sea un bocado exquisito que se rompe en la boca y la llena de una crema de bacalao espectacular, Aparentemente, sentado en la barra no se aprecia ese cuidado y se desconoce el trabajo previo, pero luego, se repite una y otra vez.
Con estas mismas ganas de agradar al cliente en La Parrilla, sus dos chef Dani Larios y Moises Fernnadez han incorporado a la carta unas sugerencias con las que, con unos pocos toques disfrutar de una caña o sentarse a comer es una totalmente distinta y atractiva. Por ejemplo han incorporado una paella vegetal, con la que la oferta de vegetales, tan demandada hoy tiene nuevas opciones o un cachopo que no se lo salta un torero y que triunfa entre la gente joven porque tal y como se sirve y dadas sus dimensiones resulta un plato único muy completo o un segundo para compartir entre varios y terminar todos mas que satisfechos y disfrutando de una ternera gallega de primera. No digamos nada si de lo que se trata es de una buena carne a la parrilla. En eses caso el chuletón premium de un kilo magníficamente hecho a la plancha compite con ,los de los mejores asadores vascos y puede que en algunos casos los supere.
En este contexto de novedades de La Parrilla destacan, en la barra la oferta de bocadillos. Es decir, lo actual, lo moderno es el bocadillo de siempre, ese que habíamos olvidados, pero que con su panceta, su jamón o sus calamares nos recuerda aquellos gloriosos bocatas de nuestra juventud que nadie sabe porque hemos dejado de comer y que son tan buenos como cualquier sofisticada preparación, siempre y cuando se hagan con el pan y la materia prima adecuada. Y no díganos nada si lo que tomamos en un steak tartar en pan de brioche. Es uno de los mejores bocatas que he probado en los últimos tiempos y además con uno siempre te queda el regusto de pedir otro para redondear.
Las novedades van mas allá con sugerencias tan curiosas y apetecibles como un simple flan. Pero un flan de los de toda la vida, de esos con sus “ojillos” y su cremosidad de la cocina de antes o una bomba de carne de las que hacían nuestras abuelas, que aparentemente no tiene nada, pero que resulta que esta buenísima,
Y así podríamos seguir, pero quizá lo mejor es darse una vuelta y conocer , a través de sus platos y sugerencias a esta nueva clase de chefs que darán mucho que hablar y que son la vanguardia de nuestra gastronomía, esa de la que presumimos todos cuando alguien nos pregunta.