En su opinion, esta operación tiene el rechazo del tejido social y “los políticos responden al posicionamiento social generalizado que hay”. Así lo aseguró en el encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum que protagonizó junto al consejero delegado del banco, González-Bueno. Oliu señaló que, en la opa, “cada uno ha actuado en su momento y ha dicho lo que tenía que decir”, ante la decisión del Gobierno de impedir la fusión durante al menos tres años. “No me siento como un banco apoyado por el Gobierno, lo que sí me siento es que en todo este proceso ha sido el banco el que ha sido apoyado por el tejido social y empresarial del país” y “como consecuencia de eso” se ha producido un “posicionamiento no favorable a esta operación en todo el espectro político, desde la izquierda hasta la derecha”, dijo Oliu.
Preguntados sobre la fusión que debe aprobar el Gobierno que haya cuando pasen, al menos los tres años, el consejero delegado señaló que es una decisión que “no va a ser fácil para ningún político ni de derechas, ni de izquierdas, ni nacionalista, ni pro-español” ya que la operación tiene un “rechazo social que se traduce en un rechazo político”. De paso, recordó que ese plazo de tres años se puede prorrogar por dos años.
En cuanto al recurso que BBVA ha presentado ante el Tribunal Supremo por la intervención del Gobierno en la opa impidiendo la fusión, Oliu contestó que el resultado que tenga “no tiene ninguna” relevancia en la opa, a lo que González-Bueno agregó “hay otras resoluciones jurídicas relevantes en curso que tampoco van a tener impacto en esta operación”.