Así resulta que el presidente no ejecutivo de Sabadell, Oliu, y el consejero delegado, González-Bueno acumulan una compra conjunta de más de 534.000 acciones desde el pasado mayo.
La mayor parte de las mismas han corrido a cuenta del presidente no ejecutivo, Josep Oliu, quien el pasado mes de julio se hizo con un paquete de 500.000 acciones a razón de 2,02 euros. El movimiento tuvo lugar justo después de la presentación de los resultados semestrales, en los que la entidad obtuvo un beneficio de 791 millones. Cifra histórica que le llevó de nuevo a sobrepasar la barrera de los dos euros por acción. Sobre ese precio, el primer ejecutivo lanzó la orden, ejecutando un desembolso ligeramente superior al millón de euros.
Oliu intermedió a través de Torrellimona, una sociedad vinculada al banquero, que le lleva a atesorar un total de 7,8 millones de participaciones del banco, en su mayoría a título personal (5,3 millones). De este modo, controla alrededor del 0,14%. Para entender su reducida presencia dentro del capital hay que remontarse a la Nochebuena de 2018, cuando Banco Sabadell comunicó al mercado la ruptura del pacto parasocial suscrito en 2006, diseñado para limitar la transmisión de acciones a terceros.
Con esta decisión quedaba diluido el núcleo duro de la entidad conformado por representantes de la alta sociedad catalana. Además de Oliu, entre los integrantes destacaban el propietario de Mango, Isak Andik; el presidente de Grupo Planeta, José Manuel Lara Bosch o Héctor Colonques (Porcelanosa), entre otros. En el momento de romper este blindaje accionarial, los inversores institucionales ya suponían el 50% de la entidad catalana, porcentaje muy similar al que ostentan hoy en día, frente al 47,5% de inversores minoritarios.
En los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), también figuran las compras realizadas por el consejero delegado del banco, César González-Bueno a lo largo de estos meses. Si se toma como punto de partida el 30 de abril, el día que trascendieron las negociaciones entre ambos bancos para fusionarse, aunque no fue hasta el 9 de mayo cuando se anunció la opa, el ‘número dos’ se ha hecho con 34.747 títulos, con precios que abarcan desde los 1,79 euros a los 2,02 euros. Esto conlleva un desembolso de 66.311 euros mediante cinco órdenes.
Según consta en la documentación enviada al supervisor, dichas operaciones se corresponden con reinversiones sistemáticas realizadas por el propio CEO y proceden de la parte correspondiente a su retribución fija. La política de remuneración de los consejeros de Banco Sabadell para el trienio (2024-2026) ha incluido cambios. En el caso del CEO se ha reducido la cuantía fija en efectivo para añadir una cláusula que contempla destinar parte del mismo en el capital del banco con el compromiso de mantenerlas al menos cinco años, al que se añaden aportaciones al plan de pensiones. En el documento indican que las modificaciones de salario buscan «mejorar la alineación con el accionista».
Esta razón podría explicar que figure como el único consejero que se ha mantenido activo en este sentido, junto a Oliu, cuyo paso al frente en este sentido no especifican que atienda a cuestiones de salario. De su lado, la consejera Laura González Moreno invirtió por iniciativa propia unos 40.000 euros para hacerse con 20.807 participaciones. Anterior a la fecha de la opa, González-Bueno también adquirió más de 38.680 títulos mediante esta vía, que rozan los 4.000 euros, a los que habría que sumar un paquete de 134.105 a 1,19 euros cada una, acciones en el marco de las 300.000 que le corresponden en concepto de salario variable de 2023. En cualquier caso, los movimientos contribuyen a mantener la cotización y, aunque de manera modesta,
Pese a los retrocesos de los últimos días ante la tensión en Oriente Medio, el Sabadell sigue liderando el Ibex 35 con un alza superior al 65%. Sin embargo, el grueso de este ‘rally’ se ha contabilizado en los cuatro meses previos al intento de fusión, ya que desde el quinto mes la revalorización apenas alcanza el 6,3%. En contraste, BBVA se deja más de un 12% en el periodo, lo que reduce el salto anual al 16%. A lo largo de estos cinco meses Banco Sabadell ha vivido un baile accionarial de calado con Vanguard (1,33%) o Goldman Sachs (1,01%) aflorando posiciones que se suman a BlackRock (6,6%) o el mexicano David Martínez, quien ostenta el 3,1% a través de Fintech Europe.