Según ‘Bloomberg’, el equipo directivo considera que aún se pueden conseguir el grueso de las sinergias, aunque serán a un ritmo más lento de lo estimado en un primer momento. En cualquier caso, todavía no hay nada en firme, ya que la entidad ha condicionado su postura a que los grandes fondos respalden la oferta. En caso de no ser así, BBVA podría dar marcha atrás.
El equipo del banco lleva desde el pasado martes evaluando el impacto de aceptar estos requisitos sin descartar cualquier escenario, incluida la vía judicial y es que en los despachos del banco vasco se contempla incluso la opción de recurrir la actuación de Moncloa en el Tribunal Supremo.
En este contexto, los expertos de Citi prevén que BBVA siga adelante con su OPA. «Si quieres el arcoíris, tienes que aguantar la lluvia», afirman en su último informe sobre la operación, después de conocer la exigencia del Gobierno español de prohibir la fusión de ambos bancos, al menos, durante los tres próximos años. «BBVA ha superado la fase antimonopolio en su oferta por Sabadell y creemos que el bloqueo de tres años de su fusión plantea desafíos»..
«En cualquier caso», añaden, «BBVA controlará efectivamente el consejo de administración de Sabadell si la oferta prospera y obtiene más del 50% del capital, lo que podría facilitar la realización de sinergias, en particular el despliegue de la plataforma tecnológica».
A partir de aquí hay que entrar a valorar las opciones políticas. A nadie se le escapa que la postura del Gobierno frente a la OPA ha sido una apuesta política en beneficio del ex ministro Illa, hoy Honorable. Es decir, Sánchez ha asumido el hecho de que Sabadell se mantenga como entidad independiente va asociado al proyecto de Illa para recuperar la normalidad institucional en Cataluña y conseguir que las empresas exiliadas como consecuencia del 1-O retornen. De todas las que ya han vuelto a casa, Banco Sabadell es la más grande. Su compra y disolución por parte de BBVA conllevaría un golpe mortal a la opción socialista en Cataluña.
Por si ello fuera poco, toda la operación Sabadell, vuelta y opa incluidos es un claro guiño hacia sus socios Junts y ERC, pero también a Sumar, que desde el primer momento ha expresado su negativa a que esta potencial unión se materialice.
En otro orden de cosas, si BBVA opta por la via jurídica se topara con una armadura difícil de romper. El documento firmado por el Ministerio de la Presidencia que glosa y argumenta las medidas impuestas al banco vasco desvela que el Ejecutivo recibió un informe de la Abogacía General del Estado sobre «distintos aspectos relacionados con la intervención del Consejo de Ministros» y «sobre la propuesta de acuerdo», y se apoya en la Constitución, reglamentos de la Unión Europea y jurisprudencia para validar su intervención. La resolución, de 25 páginas, se asemeja a una sentencia judicial en algunos puntos más que a una decisión al uso del Consejo de Ministros para justificar aspectos como su intervención, los riesgos de interés general que invoca a proteger o su capacitación para añadir exigencias extras a las comprometidas ya por BBVA con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.