Su visto bueno llega después de que el grupo vasco se haya abierto a ejecutar la compra si recibe la aceptación por parte de accionistas dueños de solo un 30% del capital, renunciando al 50% fijado inicialmente como condición..
La oferta se dirige a la totalidad del capital social y consiste en la entrega de un título propio más 0,70 euros en efectivo por cada ramillete de 5,5483 acciones del vallesano después del último ajuste técnico acometido para acomodarla tras el dividendo pagado por Sabadell el pasado agosto.
Aproximadamente la mitad del capital del Sabadell estaría en manos de inversores institucionales, cuyas decisiones se fundamentan en la lógica financiera y los réditos; y otra mitad pertenecería a inversores minoristas o particulares, que en muchos casos son clientes de Sabadell o antiguos empleados.
La cúpula del Sabadell rechazó de plano la oferta el 6 de mayo de 2024 al juzgar que infravaloraba la entidad, apoyándose en una valoración de sus asesores (Goldman Sachs, Morgan Stanley y Uría Menéndez), y BBVA decidió seguir adelante convirtiéndola técnicamente en una opa hostil. El máximo órgano de administración del vallesano tendrá que volver a evaluarla y emitir una recomendación a los accionistas de acudir o no al canje. Dispondrá de hasta 10 días para publicar el informe «detallado y motivado» sobre la oferta donde los consejeros deberán consignar una opinión individual, valorando su sentido estratégico y financiero. Para formar su opinión y respuesta contarán con los correspondientes informes de sus asesores externos.