«No. Mi continuidad al frente del banco no depende de este proceso. Mi trabajo, y el del Consejo, es intentar aquellas cosas en las que creemos y que tienen sentido. Creemos que es una operación que hubiese sido fantástica. En absoluto es una razón para dimitir», ha señalado Torres en una rueda de prensa.
Según el presidente de BBVA, la decisión no ha sido personal, sino de todo el Consejo de Administración que, «de forma unánime», ha decidido presentar la opa y tomar «todas las decisiones posteriores». «Se nos tiene que juzgar con los resultados, con el desempeño para nuestros accionistas y con cómo damos servicios a nuestros clientes. Y creo que el banco está en su mejor momento en ese sentido desde que yo soy presidente y Onur (Genç), consejero delegado», ha agregado.
Torres ha defendido que la entidad vasca presentó «la mejor oferta posible» sobre Sabadell y ha asegurado que el rechazo a la misma representa una «oportunidad perdida» para «todo el mundo: clientes, territorios, España, Europa…».
De igual modo, el presidente de BBVA ha asegurado que la intención era llevar a cabo la fusión, pero «no a cualquier precio». «No había margen para ofrecer más. Fuimos disciplinados y presentamos una oferta tremendamente atractiva, pero no lo han considerado así la mayoría de los accionistas de Sabadell», ha señalado.
Por ello, Torres ha subrayado que BBVA asume el resultado, pese a que el resultado no es «el que esperábamos, deseábamos ni estimábamos». «Lo respetamos y cerramos ese capítulo», ha indicado Torres, al tiempo que ha apuntado que BBVA se centrará ahora en la ejecución de su «ambicioso» plan estratégico. Tras comunicar ayer el fracaso de la opa, BBVA aseguró que se centrará en retomar «de manera acelerada su plan de retribución al accionista». El banco espera disponer de 36.000 millones de euros para esta finalidad hasta 2028. A corto plazo, BBVA contará con aproximadamente 13.000 millones de euros disponibles para distribuir entre sus accionistas. También ha adelantado que llevará a cabo un «significativo» programa de recompra de acciones «tan pronto recibamos la aprobación del Banco Central Europeo».
«Mirando al futuro, nuestro plan estratégico y objetivos financieros para el periodo 2025-2028 nos mantendrán a la cabeza de la banca europea en crecimiento y rentabilidad. Esperamos obtener un beneficio atribuido acumulado en estos cuatro años de aproximadamente 48.000 millones de euros», ha recordado Torres.
Por otro lado, Torres también ha hablado sobre la dilación del proceso, que se ha extendido durante año y medio y ha sido «mucho más largo de lo que hubiésemos querido». «Los retrasos añaden incertidumbre y la incertidumbre nunca es buena», ha lamentado, al tiempo que ha indicado que el rebote del banco en bolsa podría estar relacionado con esta reducción de la incertidumbre.
Según el presidente de BBVA, esta demora se ha producido por factores que escapaban a su alcance, como la decisión de llevar la opa a fase por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Torres ha señalado que esto «nunca ha pasado en nuestro sector» y ha puesto en valor los compromisos asumidos por BBVA en todo momento y el haber conseguido 30 autorizaciones.
«Ha quedado clarísima la flexibilidad que hemos tenido con la CNMC y si hubiera habido cualquier otro compromiso que hubiera evitado la fase 2, lo hubiéramos hecho», ha subrayado. Torres también ha asegurado que no cambiaría nada de la actuación de la entidad durante los últimos 18 meses. «Hemos actuado en cada momento en base a la información que teníamos. Con independencia de que habrá tiempo para los aprendizajes, hoy estoy convencido de que actuaríamos igual. La intención ha sido siempre la misma: hacer una operación con enorme sentido estratégico y financiero. Tenemos el foco en la creación de valor, lo hemos intentado y ha sido un proceso difícil», ha apuntado.
Asimismo, y aunque asegura no querer plantear hipótesis o escenarios alternativos, Torres ha indicado que el rechazo del Consejo de Sabadell a la opa, el comportamiento de algunos inversores o la expectativa «infundada» de una posible segunda opa podrían haber tenido un efecto en el resultado final.
Según Torres, el rechazo de Sabadell a su oferta «puede haber arrastrado a fondos de inversión que tratan de replicar el comportamiento de los índices». Según Torres, la aceptación ha sido elevada entre «los inversores tradicionales, los largos, los ‘hedge funds’, los arbitrajistas», siendo entre los ya mencionados fondos pasivos e indexados, así como en los inversores minoristas, donde no ha calado el mensaje de BBVA.
Por último, Torres ha considerado que es demasiado «pronto» para saber si paralizarán o no el recurso interpuesto al Tribunal Supremo contra la decisión del Gobierno de autorizar la opa bajo la condición de no fusionar Sabadell durante al menos tres años. «Analizaremos la situación», ha sentenciado Torres.